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3 años
17 semanas
5 días



POV JUNMYEON

Manejamos por siempre. Cincuentaaa. Sesentaaa. Setentaaa. Terminamos más allá de decrépitos edificios con la edad y costras de graffiti. Una masacre de cuervos pelea por unos pedazos de pan que una persona sin techo está esparciendo. Una estrepitosa y enorme señal de neón en coreano y chino con todos los colores del arcoíris, el olor a pollo frito y semillas de sésamo se esparce. Es exactamente lo contrario de la limpia y elegante zona de la ciudad en la que estaba vomitando por todas partes.

―¿Me llevas a un carnicero del mercado negro para venderme por partes del cuerpo? ―pregunto educadamente. Yixing entra en un espacio del estacionamiento y toma las llaves del encendido.

―Sal. Es un pequeño paseo.

Salgo y sigo su paso por la oscura acera.

―Sabes, si quieres mi hígado, todo lo que debes hacer es preguntarlo agradablemente. Estoy seguro de que podríamos solucionar algo. Con mi puño en tu cara.

―Partes del cuerpo no están en el menú contigo. Esta noche, ni ninguna otra en el futuro.

―¡Caramba! ¿Eso fue en doble sentido? Gracias, pero cuando eres tan fantástico como yo lo soy no puedes permitirte dormir con nerds.

De repente se desvía, a un pequeño callejón. Así que aquí es donde encontraré mi final, en un callejón de Chinatown, cortado en pedacitos y enviado a China para reemplazar el hígado infestado de cirrosis de algún viejo empresario. Mis ojos se amplían cuando él empuja una pequeña puerta y camina tres o más pasos dentro de un restaurante. Un mostrador descansa en el medio, vitrinas sosteniendo relucientes losas de rubíes de atún y pálidas extensiones de cola amarilla. Los chefs de sushi expertamente rebanan, cortan y trituran arroz. Sólo unas pocas personas están en el bar y la anfitriona, una pequeña mujer japonesa con una cara con hoyuelos, rápidamente se dirige a nosotros.

―¡Yixing!

―Fujiwara-san. ―Él inclina la cabeza. Ella se estira y, para mi absoluta sorpresa, aprieta sus mejillas como si fuera un niño.

―¡Mírate! ¡Todo huesos, sin grasa! ¡No has estado comiendo!

―Como lo suficiente ―insiste Yixing, sin tratar de empujarla lejos cuando ella endereza el cuello de su camisa. Sus ojos oscuros se cierran en mí y sonríe.

―¿Quién es? ¿Un amigo? Nunca has traído a cualquiera de tus amigos antes. ¡Estaba empezando a creer que no tenías ninguno!

―Él no es mi ami... ―comienza, entonces desiste―. Fujiwara-san, él es Kim Junmyeon.

―¡Ahh, Junmyeon-chan! ―Fujiwara hace una reverencia y yo me inclino de regreso casi haciendo caer la pequeña planta de bambú en el mostrador―. Es bueno conocerte.

―Mucho gusto, también ―digo. Fujiwara se gira a Yixing.

―¿Lo de siempre?

Asiente.

―Por favor.

―Por acá ―canta. Ella tiembla en las tradicionales sandalias de madera sobre el bar, acomodándonos en dos taburetes. Es rápida con las bebidas, dos tazas de amargo y todavía refrescante té verde. Nos da unos menús y palmea mi espalda, sus brillantes ojos negros en los míos.

―Por favor disfruta.

―Lo haré. Um. Gracias.

Yixing recorre el menú en silencio. La pareja asiática junto a nosotros come y ríe, hablando con sus chef de sushi en japonés.

Lovely Vicious - LayHo (ADAPTACIÓN) (1/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora