Donde Yoongi le tiene envidia a su hermano Jimin y fantasea con matarlo.
-¡Los hermanos no deben enamorarse! ¡Eso es incesto y hasta prohivido!- su estado estaba totalmente alterado ante la noticia que mis labios le habían anunciado.
-Jum que raro...
Su sueño fue una anestesia temporal, que al sentir el calor de los rayos del sol saliendo de su ventana, logró despertar con su hermano menor en brazos. Tuvo esos segundos de amnesia, de esos que no sabes quien eres ni que haces ahí, hasta que observas toda la habitación.
Parpadeó varias veces y luego se dedicó a mirar como su hermano dormía profundamente a su lado, tan cercanos pero a la vez...tan lejos.
No se movió para nada y aún asi Jimin pudo escuchar un suspiro de su parte, haciendole despertar tranquilamente.
-Buen día Yoongi Hyung-Las manitas del rubio fueron a restregarse en sus ojitos que apenas podían ver, gracias a la larga noche que habían pasado, inocenmente-¿Que quiere para desayunar?-
Yoongi se inclinó en su cama para quedar sentado en ella, no le prestó atención a el menor ni dijo ni una palabra, no entendía como de momento la muerte de su madre tenía a Jimin destrozado y de la nada ya tenía un buen humor como para cocinar.
-No eres fan del desayuno como veo. ¿Que tal si hoy me lo dejas a mi? Haré unos panqueques con moras para ti, Papi Yoon-Yoongi vió de reojo como su hermano antes de levantarse de la cama, depositó un pequeño besó en su mejilla tan pálida para ir con un gran animo a la cocina.
Las manos de Yoongi recorrieron sus cabellos de forma desesperante mientras su mente buscaba alguna explicación, no podía creer que habia enamorado a su hermano menor con tan solo verlo una vez al día. ¿Como era que ese chico tan social y brillante se fijaría en alguien con un humor negro y frío? ¿Sería sólo porque ahora está solo y no tiene a nadie más que a su hermano mayor? O ¿Tal vez se enamoró de verdad de su atractivo hermano? Sea una o otra, Yoongi sabía que las relaciones incestuosas no serian agradables a los ojos de la sociedad. Para suerte de Jimin, a su hermano no le importaban las reglas...una combinación tan perfecta que Yoongi no desaprovecharía.
Utilizaría a su hermano enamoradizo para que este se volviera adicto a él, y poco a poco le enseñaría su pequeño mundo de oscuridad que tendía a guardar en el silencio.
El plan le haría tanto mal a su hermano que cuando su cuerpo esté al punto de explotar por tanta mentira, celos e incluso sangre...Yoongi se encargaría de matarlo con sus propias manos. Tenía la fantasía de ver como de sus pupilas la luz de la vida se desvanecería al tocar la muerte.
Tal vez sería dificil mantener una relación asi, le incomodaba besar a su hermano, tocarlo y cuidarlo de forma cariñosa. Lo suyo eran los comentarios crueles, las acaricias de navajas y la sangre brotando de todos lados...a la mierda el amor de su hermano, sólo lo manipularía para tenerlo justo donde lo quería.
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-¡Aquí tiene Papi Yoon!- A paso lento y con dos platos llenos de panqueques se acercó Jimin a la mesa del comerdor, donde estaba sentado Yoongi con su celular entre manos, jugando uno que otro juego miserable que despejaba su mente.
-Será mejor que lo sueltes para que puedas comer sin interrupción-comentó su hermano menor en casi un susurro mientras dejaba ambos platos en la firme mesa y se sentaba en frente de él-Oye...estaba pensando. Hoy es domingo y creí que podríanos salir a dar una vuelta por los trenes, se que amas ese tipo de cosas...-las palabras de Jimin eran ciertas, a el azabache le gustaba mucho los trenes y la forma en la que eran contruidos. Amaba el sonido que producía cuando arrancaba, amaba el silbato que chillaba y claro...amaba el hecho de que podía imaginar como empujaría a Jimin a las vías.
