Enero parte dos

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Son las seis con ocho y apenas me levanto, mi alarma suena a las cinco cincuenta pero hoy no oí "Better" de Khalid -porque ese es mi tono de alarma- así que probablemente llegue tarde a la escuela.

Bajo las escaleras y encuentro a mamá sentada tomando ya su café de las mañanas.

—No me despertaste mamá.

—Ah, perdona, pensé que ya estabas levantado, como a veces bajas ya hasta que te vas.

—Casi no hago eso, siempre vengo a ver qué tú estés despierta también.

—Pues hoy también se le hizo tarde a tu hermano.

Jorge va a la universidad del sur, a la misma donde quiero ir a estudiar química industrial, él está en el penúltimo año estudiando psicología.

Me sirvo un vaso de leche deslactosada ya que he comprobado que la leche entera me hace daño, no estoy completamente seguro pero es mejor prevenir.

—Tus tías quieren hacer una comida en una de nuestras casas, yo presté la mía pero han dicho que siempre se hace en nuestra casa así que están viendo donde y qué hacer.

—¿Con qué motivo?

—No hay motivo aparente, algo así como una comida familiar, le dije a Jorge hace rato y dijo que no contara con él.

—Como siempre.

—Pero estoy segura que lo convenceré, le diré que si no va tendrá que hacerse su comida y cuidar la casa.

—Mmm —contesto no muy seguro que eso sea suficiente. —Voy arriba.

Me pongo el uniforme sintiendo un cambio en esta semana que no he hecho ejercicio, espero que Emilia si lo este cumpliendo.

Nos pusimos la meta hace dos meses cuando ella quería una motivación para hacer ejercicio, entonces le dije que también empezaría a hacer y que ganaba al que se le notarán los cambios más temprano, creo que los dos sí hemos adelgazado pero a ambos nos gusta comer, más a ella, así que se podría decir que lo que perdemos en el cardio se gana en la comida.

Bajo veinte minutos después para despedirme de mamá que me da el lonche y lo guardo en la mochila.

Llego a la escuela faltando cinco para las siete, no tan mal a pesar de haberme levantado quince minutos tarde.

—Pensé que no ibas a venir, no contestabas los whats —dice Carlos

—No traigo datos.

—Si no venías ¿quién me iba a pasar lo de mate?

—Pues no estés tan contento que no lo hice.

—Ay ¿Enserio?

—Si, me lo pasó Emilia pero ya sabes las reglas.

—No seas malo, también soy su amigo, no creo que se enoje.

—No estaría tan seguro de eso —le digo respondiendo a su afirmación de "soy su amigo".

—Si no se entera no se va a enojar.

—¿Y como porqué no se debería enterar? Sabes que no le puedo ocultar esto.

—Ah pero todavía no le dices que andas quedando con Mónica ¿Verdad?

Sus palabras me agarran de imprevisto así que mi cara le revela la verdad, él sonríe al ver mi reacción.

—Tal vez si tú no le puedes decir qué estás de novio con Mónica yo sé lo diga.

—Carlos.

—Pásame la tarea porfis.

—¿Acaso me estás chantajeando? —le frunzo el ceño pero no en mal plan.

—¿Y como porqué aún no le dices? ¿También te gusta ella o qué?

—¿Qué?

—Habiamos quedado en que ella era para mi ¿no?

Ahora si le frunzo el ceño de verdad, nunca habíamos hablado de eso, Carlos se apresura a hablar al verme tan serio.

—Es broma tranquilo, solo quería ver tu reacción, oye pero si vas en serio con Mónica ¿Verdad?

—Pues si ¿Porqué?

El mira por encima de mí y se queda callado después de segundos entiendo porque, Mónica viene con Luisa hacia nosotros. Se sienta enfrente de mi y se une a la conversación.

Al final terminé pasándole lo de mate a Carlos y él no volvió a retomar la conversación que teníamos antes que Mónica llegara.

Me paso el receso a solas con Mónica ya que le dije a Carlos que hoy no se juntara con nosotros.

Hoy se ve especialmente linda, tiene su cabello rojo en una cebolla así que no luce sus rizos pero así puedo admirar más sus mejillas sonrojadas.

Es un hecho que ambos nos gustamos,  así que solo estaba esperando el mejor momento para confesarme y creo que ya no puedo esperar más.

Emilia y EduardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora