Buena persona

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Escuchaba pasos de alguien corriendo y la voz de alguien discutiendo, seguramente mi hermano y mi papá. Era realmente molesto con la hora que creia que era, no queria ni ver la hora por el sueño que tenia.

- Yuriko-chan levantate o llegaras tarde el primer día - escuche media entrecortada una voz.

- siii... - respondi con la cara en la almohada. Me demore un poco en despertarme del todo y estuve un rato observando el techo hasta que alfin moví mi mano y tome el redondo despertador en forma de cerdito que tengo.

10:45...

Salte de mi cama en un dos por tres, las clases empezaban a las 11:00 y faltaban 15 minutos, busque mi uniforme y lo junte como loca en una bola de ropa junto con una toalla y corrí al baño lavándome y vistiéndome lo más rápido que pude.

Cuando acabe corrí hacia la parada de buses lo más rápido que pude con una tostada en la boca ya que con toda la rapidez que salí de casa no me dio tiempo para desayunar. Subí al autobús y me tumbe en un asiento del fondo junto a la ventana, no me coloque los audífonos o me quedaría dormida de nuevo. Juge con mi pie un buen rato dandole golpecitos al suelo para relajarme y no pensar en llegar atrasada mientras observaba la ventana. Cuando llegue baje lo más rápido que pude colocándome el chaleco de la escuela y arreglándome la mochila. Corrí por un buen rato hasta llegar a poder visualizar grupos de chicos reencontrándose y otros nuevos integrándose. Al empezar a acercarme baje la velocidad hasta dejarla en un leve trote y luego quedar caminando.

- buff... ¿Donde estara la lista de salones? - me pregunte a mí misma como hacia a menudo. Me acerque a unas personas que estaban amontonados en el pequeño compartimiento de caminos para entrar a la escuela. Había un gran mural de vidrio con grandes letras que decían un bienvenidos un tanto frio. Me mescle entre esa multitud y empecé a buscar mi nombre.

- Fukao...fukao...yuriko fukao - pase mi vista por todo el gran cristal con nombres hasta que llegue a una de las partes medias en donde encontré mi nombre con un marcado un tanto débil, estaba ubicada en la fila del salón 3-B del tercer piso. Esta escuela es sorprendente, es bonita y grande, tiene 4 pisos y 3 patios exteriores. Siempre me encanto este lugar, desde que llegue aquí a los 13 años hasta ahora, que tengo 17 y este es mi último año en esta escuela, por eso pienso aprovecharlo el máximo.

Me encamine por las escaleras del lado izquierdo y comencé mi "viaje" hacia el tercer piso. Cuando llegue observe unos segundos ese largo pasillo con gente, nuevos y antiguos, repitentes y algunos avanzados. Después de una melancólica mirada a este nuevo año no alcanze ni a dar dos pasos para que escuchara esa voz inocente gritando mi nombre y atacandome por la espalda.

- Oh, Seiko-chan - Alegre la abraze bruscamente y la despeine - Tanto tiempo enana, jaja - sonreí por alfin verla y pensar en el tipo de cosas que haremos este año para ser mejores.

- ¿Tanto tiempo? - se rio burlona como solia hacerlo. - Pero si nos vimos hace un mes.

- Mh...creo que tienes razón - me reí. Seiko es mi mejor amiga desde que llegue aquí, es una gran persona y es muy simpática y alegre, siempre ha estado para mí en momentos difíciles y se lo agradezco mucho. La verdad no sabría que hacer sin ella.

* * * *

- Espero que todos estén ya - sonrió la profesora colocándose de pie tras su mesa. Era una mujer joven, bajita y de cabello claro con ojos ligeramente verdes y usaba anteojos que tenían marcos casi innotables. - Mi nombre es Shinohara furukawa, y seré su profesora por este año - Sonrió alegre e inocente mente. Luego de esa inocente presentación tomo el libro de clases y se puso en una postura de autoridad. La cual...casi nadie noto.

Dejame quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora