Acostumbrarse a algo nuevo

114 2 2
                                    

Ya era otro dia. El aire tenia un leve toque de humo, pero era respirable. Me sentia rara, talvéz no debí aver comentado algo como lo de ayer frente a ichikawa. La verdad soy una persona muy rapida para entregar confianza a las personas que me agradan. Debo trabajar en eso, puede considerarse un punto débil. Y talvéz alguien se podria aprovechar, pero estoy al tanto de esta debilidad por lo cual no caere tan rapido.

- ¡Yuriko!-Escuche la voz de Seiko que ya estaba acostumbrada a oir. La veia cansada y con bufanda y gorro, para ser sinsera hacia frio, pero estaba tan perdida esta mañana que no pense en ponerme algun gorro o algo que abrige. Su nariz estaba roja y sus manos se veian congeladas pero no dejaba de sonreirme mientras se acercaba en un rapido trote.

- Oh, buenos dias Seiko-chan.-Le dije con una pequeña sonrisa sin reflejar rastros de frio, al parecer en la tarde lloveria y va a haber mucho frio.- Va a suceder una catastrofe, llegaste muy temprano.-Le digo burlona pero no espere mucho para recivir uno de sus tipico golpes cuando la molestaba. Tomandome con la otra mano el brazo golpeado la veo como se colocarse en una pose orgullosa para finalmente hablar.

- Yo tambien estoy haciendo mi esfuerzo en esto, querida Yuriko.-Decia con una voz de orgullo y arrogancia. No podia evitar reirme. Creo que ya me estoy acostumbrando a que cuando este muy undida en pensamientos Seiko llege a animarme. Pero mamá dice que las costumbres no siempre son buenas, talvez se refiere a que una costumbre avecez puede afectarnos, como la costumbre a depender de otros.

- Bueno, ya basta de alardeos, vamos a clases.-le dije empezando caminar asia la escuela seguida de ella que no paro de hablar de mangas, animes y libros, era un tema de conversacion bastante comun en nosotras y no paramos de hablarlo hasta llegar a las grandes puertas del llamado instituto kotori. Entramos y lo primero que hisimos fue cambiar nuestros zapatos para luego ir al salón de clases y comenzar de nuevo con la tipica rutina, pero mientras lo haciamos escuchamos unas risitas a nuestra espalda, eran unas risas maliciosas, no con intensiones buenas. Un grupo de chicas de otro salón hablaban mirandonos con desprecio.

- No puedo creer que ellas sean las tipas que se juntan con Ichikawa y nakamoto. No sé que tienen de interesantes.- fue lo que se alcanzo a escuchar de la boca de una de ellas que era no tan alta, como de mi tamaño y con el pelo castallo pero teñido rojo en las puntas. No era para nada linda. No me considero bonita pero ella era más fea que yo de seguro.

Creo que notaron que las estabamos viendo y creo que se sintieron intimidadas por nuestras miradas y emprendieron camino a sus respectivos caminos, nosotras nos miramos y no pudimos evitar soltar una risa de burla, simplemente cerramos nuestras casilleros y seguimos con lo que haciamos.

* * * *
(*)
- Ya deja de apegarte tanto.- Le decia sonohara-san a su prima que estaba tomada de su brazo y que a estado pegada a ella desde que entró a la escuela.

-No quiero, no creas que te desharas tan facil de mi, Sono-chin.-Le respondia esta con cierto tono de alegria sin quitar una sonrisa de su rostro que brillaba como un lingote de oro. Emanaba un aura de alegria que llegaba a aburrir y daba ganas de golpearla con lo que sea de una vez por todas.

-Desde que llegaste al instituto no me has dejado en paz. Has almorzado conmigo, y me sigues a donde sea. ¿no crees que deberias juntarte con gente se tu edas y de tu salón?-Le decia la maestra con cierto cansancio en la voz.

-No me agrada nadie. Las chicas me miran mal y los chicos con segundas intenciones. Prefiero estar con la gente que me conoce y estoy acostumbrada a estar.- decia la joven haciendo diferentes muecas y cambiando el tono de su voz en cada frase que decia, para acabar de hablar con una sonrisa y agarrandose más fuerte de el brazo de su prima que ya queria uir de ahi.

Dejame quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora