Bradley sonrió levemente recordando el día en que había visto por primera vez a esa especial personita que le traía a sus pies.
No podía comprender como alguien podía si quiera provocar esa extraña pero tierna sensación de cariño o ese conocido dolor en la parte baja de su estómago cuando le escuchaba, le veía sonreír o incluso cuando escuchaba su nombre.
El rubio era malditamente la persona que había llegado a su vida incluso cuando no esperaba a nadie. Aquel chico de ojos bellos que antes podía llamar su amigo sin preocupaciones.
Pero ya no más.
Mordió su labio inferior reprimiendo una sonrisa y comenzó a escribir;
--La forma en la que te mueves me lleva al cielo. Las cosas que haces, me tenen confesando. Caíste del cielo, eres un tipo de perfección. ¿Es esta la vida real?--
Todos los momentos vividos junto a Tris se acumulaban en su mente, siendo recreados una y otra vez logrando que el rizado no pudiese dejar de sonreír como estúpido.
Habían pasado casi dos años desde la gran pelea que provocó que se separaran por primera vez.
Tristan le había golpeado en la mejilla cuando Bradley le gritó que era una perra, por haber salido con uno de sus compañeros de la universidad a un bar. El chico había subido una foto a su historia dándole un beso en la mejilla a Tristan y Bradley lo seguía, vio la historia y se volvió loco insultándolo al llegar al departamento.
Luego del golpe, Bradley huyó de allí hacia un bar acostándose con el primer hombre que se le cruzo. Si siquiera recuerda su rostro en absoluto, por haber estado tan borracho.
Habían vuelto hace unas semanas, por fin y luego de ambos decidir hablar sobre lo que les estaba ocurriendo, sobre discutir y que todo terminara en sexo. Ahora Bradley lo intentaba demasiado. Sabía que esta era la oportunidad, probablemente la última que tendría para que ambos se reenamoraran de nuevo porque esta vez la relación no estaba siendo hermosa y de cuento de hadas.
--Oh, no. Bebé no mientas cuando dices que serás mío. No puedo mirar a tus ojos porque caigo mil veces. Sé que soy bastante ateo, no voy a la iglesia ni nada parecido. Por favor Tris, sé mi religión.
Saber que últimamente no está siendo fácil para ninguno de los dos y por eso te estoy escribiendo esta carta, quiero intentar decirte cosas bonitas para reparar de a poco lo que rompimos.
Eres precioso, Tris. Deberían estar coronándote porque eres demasiado bueno para ser verdad. Por favor Tris, no dudes en que te sigo amando como siempre solo que la situación no es fomo antes, sé que es triste y difícil pero mientras quede algo de nosotros que puedas tomar, llévame contigo, eres todo lo que anhelo.
Tú tampoco lo haces fácil, Tris. No veo que lo intentes. Dime, ¿cuantos días tengo que seguir persiguiéndote?, ¿tengo que perseguirte, Tris?
Antes de que puedas decir algo más, sé que al leer esto pensarás que si no me gusta la frialdad de tu relación, ¿por qué no escapo? pero, ¿puedo escapar de ti? Realmente no puedo escapar cariño, eres demasiado bueno para ser verdad.
-Con cariño, Brad.--
Brad dejó la carta en la mesa y salió directamente hacia la universidad, sintiendo el frío de Londres golpearle la cara insistentemente.
Estaba ansioso de que Tristan leyera su carta, ansioso de que las cosas entre ambos cambiaran.
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Day || Tradley Evanson
Fiksi Penggemar¿Cómo se puede arreglar una relación rota?, más bien, ¿cómo se puede sanar un corazón roto? Las segundad oportunidades no siempre son buenas y eso lo dicen mucho, pero, ¿y si es distinto cuando se trata sobre amor verdadero? - #SegundaTemporada de "...