En una bonita, y en cierto modo graciosa historia de amor (y de no tan amor) veremos como Vincent descubre sus sentimientos hacia cierto shinigami peliblanco.
Habrán caídas, de las cuales tratará de levantarse, y sobretodo...
¡Muchas risas!
- U-under... Ya no más. Por favor... Si sigues, yo voy a... Mhmp~!
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¿Nunca les pasó? Mentira, son unos mentirosos. ¿Nunca les pasó que se enamoraron perdidamente de un shinigami? Bueno, seré el único. Pero, para mi no era ni es así.
Siempre fuí una persona extrovertida. Siempre tuve amigos, pretendientes, e incluso novias. Pero nunca me enamoré tanto de ninguna de esas lindas señoritas de secundaria, como de ese shinigami. ¿Me arrepiento? Probablemente mi consciencia lo haga. Pero (de forma consciente) no me arrepiento de ninguna de las caricias, abrazos, besos, palabras de amor... Que recibí de ese shinigami.
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Me encontraba en la mansión, sentado en la silla de mi oficina, revisando papeleo de cosas que probablemente tenían que ver con Su Majestad la reina, y que probablemente no quería revisar. Pero bueno, trabajo de condes, alguien debía hacerlo, y Ciel no iba a ser.Es cierto, a veces nos repartíamos las tareas. Después de todo, ahora había dos condes. El que revivió, y el hijo del que revivió.¿En donde estaba ese condenado niño? Era lo que me preguntaba, hasta que se me ocurrió ir a prepararme un té, y, por consiguiente, a la cocina.Abrí un poco la puerta, pues no quería asustar a Mey-rin, quien seguramente estaba limpiando el desastre que hizo Bard en la cocina ¿Como va a cocinar con un lanzallamas? Al abrir la puerta, asomé la mirada. Me encontré con una escena que jamás había visto antes: Mi hijo, estaba sentado en la encimera, mientras se besaba con mi... Bueno, su, mayordomo.¿Y saben que es lo peor? Que por poco Sebastian no se rompe el cuello intentando seguir el beso, por que la diferencia de altura era bastante importante.Enanos aparte, mi cara era mas o menos igual a la de una vieja chismosa, y cuando me di cuenta de ello, decidí dejar a mi hijo y a su amante tener sexo en paz.
