"Fiebre"

293 11 0
                                    

Luego de encontrarlos de esa forma, no volví a verlos de igual manera. Sobretodo a Sebastian. No sabía por qué, pero ahora lo veía como... Un chico travieso, ¿Sabes? Y eso, junto con que nadie me había dado cariño en varios años, hizo que mi imaginación se desatara. De alguna forma se notaba, las miradas, la forma de hablar. En resumen, le tenía ganas. No estaba enamorado, para nada, después de todo, el solo era el mayordomo de mi hijo. No había otro lazo más que ese. Pero... Su cara, su cuerpo... Era irresistible. Y lo era aún más luego de encontrarlo en tal situación. Luego de tener que guardarme mis ganas de tomar un té, volví a mi oficina. Estaba riéndome cual adolescente que estaba compartiendo sus chismes con sus amigos. Estaba feliz, por que bueno, sabes, era la primera vez de mi hijo. ¿Que como supe que si tuvieron sexo? Bueno... Es lo que tiene tener la habitación pegada a la de mi hijo. Ya saben, por lo del asma cuando era más pequeño. Pero a la vez, estaba celoso. Ese niño de 13 años estaba haciéndolo todo el tiempo, y yo, un hombre adulto de 34 años, estaba solo, divorciado y sin haber tocado a nadie en bastante rato.
Por cierto, si, estoy separado de Rachel. Hace ya un buen rato, además. ¿La razón? Dejamos de querernos. Ella encontró pareja y yo... Bueno, también, como sabrán leer en el título de esta historia. De hecho, de vez en cuando su pareja viene a tomar el te.Y también a hacerle la ropa a Ciel, cuando la necesita. En efecto, Nina es la novia de mi ex-esposa. Luego de plantearme cosas sin sentido sobre si moriría solo (cosa que tampoco es tan diferente a lo que va a pasar) decidí dormir una siesta, de la cual me desperté 12 horas luego. Al otro día, me desperté, me vestí y fuí a la cocina a desayunar. Saludé amablemente a todos antes de sentarme. Menos a mi hijo y a cierto hombre alto pelinegro. Ellos al parecer se habían quedado dormidos.Comí mis ricos panqueques especiales, que me alegraron la mañana, y fui a mi oficina, a leer una carta que los mayordomos de la reina (muy violentos, por cierto) le habían dejado a Ciel. En la carta, su majestad le informaba de que un familiar suyo había muerto, y de que asistiera al funeral. Claramente, la carta no había sido recibida por Ciel, así que lo hice yo, para dársela más tarde.Solté un largo suspiro, ya que tenía muchas cosas que hacer. Cuando estaba a punto de considerar ser un demonio y vivir de almas de niños estúpidos, MI niño estúpido tocó la puerta.

-Padre, soy yo, ¿Puedo pasar?

-Por supuesto, pasa.

Respondí.

-Oye, me siento mal. No se que me sucede. Creo que tengo fiebre.

-A ver, acércate.

Puse mi mano en su frente, y, en efecto, poco más y explota.

- ¡Dios mío! Estás hirviendo. Parece que alguien va a tener que quedarse en cama durante la próxima semana.

-Pero... ¿Y Su Majestad? Tengo cosas que hacer.

-Que remedio, las haré yo. Tu no te preocupes y ve a pedirle a Mey-rin que te prepare la cama.

-Bien, bien. Gracias, y adiós. Salió de la oficina. El funeral era al otro día, y debía prepararme, con lo cual no podía acostarme tarde.Sin darme cuenta, el tiempo pasó. Ya eran las 8:30 PM.

No cené y me acosté a dormir.

¿Es esto lo que todos llaman "amor"? (Vincent x Undertaker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora