El chico del Aula 102 [Min Yoongi]

Eres...

Capítulo 2

Ya habían pasado dos meses desde mi castigo. Summi me había regañado severamente como si de mi madre se tratase, pero no había pasado a mayores.

Lee, siempre venía a supervisar mi trabajo de limpieza. Siempre que ella llegaba Suga —así le he llamado a Yoongi por su pálida apariencia —se escondía para que no lo atrapase. Cuando quedábamos completamente solos, nos poníamos a platicar de cosas profundas, como problemas existenciales y opiniones personales, en una ocasión hablamos de los padres...

Le conté sobre la situación de mi familia. Que mi padre es un importante hombre adinerado, alcohólico y promiscuo, que no tenía tiempo para su única hija y que por eso me había enviado lo más lejos posible de él, y de mi madre, que solo la conocí un par de años durante mi niñez antes de que el maldito cáncer me la arrebatara para siempre...

Era la primera vez que me abría de esa manera con alguien que no fuera a misma hablándole a mi yo interno.

—Es muy interesante tu vida —me miro con ojos profundos mientras comíamos un chocolate relleno de maní.

— ¿tú crees?

—No, la verdad creo que es una mierda —desvió la mirada.

—gracias... —reí en una media sonrisa.

—no obstante, no creo que sea peor que la mía.

— ¿Por qué lo dices?

—Bueno... —dijo mientras se ponía de pie —yo no me acuerdo de mis padres...

— ¿Cómo? —pregunte extrañada —supongo que te refieres a que no los recuerdas en el pasado.

—no —rio por lo bajo mientas se sentaba en la banca junto a su piano —yo no recuerdo nada de ellos, ni sus rostros, ni su complexión, ni su aroma... —toco una tecla... —yo no recuerdo como llegue a este mundo, ni quienes me trajeron a él.

En mi mente solo se revolvían un mil y millones de incógnitas de como llego Yoongi ahí.

—y, ¿cómo sabes que te llamas así? —Le pregunte —ya sabes, Min Yoongi...

—Bueno —sonrió melancólico y rebusco algo en su bolsillo —esto venia en mi suéter incrustado cuando desperté —me estiro una placa muy parecida a la que yo tenía.

Era una placa/gafete dorada que nos brindaba el instituto como muestra de pertenencia. Yoongi tenía una muy parecida a la mía, solo que con su nombre y algo oxidada...

— ¿despertaste? —le pregunte mientras lo volteaba a mirar.

—si... —dijo —un día solo desperté aquí, y ya no supe cómo salir al exterior...

— ¿ósea que nunca sales de aquí? —le pregunte muy confundida.

—no...

—pero como es que tú le haces para alime...

— ¡Lia! —alguien entro de pronto

—Lee, digo prefecta Lee —me levanté al instante e hice una reverencia.

— ¿qué haces holgazaneando? —me pregunto molesta.

—yo solo estaba con... —mire al piano y me quede sin palabras, Yoongi se había ido de nueva cuenta...

— ¡escusas! —me miro con fastidio —ve a clase, ya es suficiente.

Mire una vez más el piano sin entender que ocurría, y realmente confundida por la situación.