Prólogo

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1993...

—Muchas gracias— Sollozó una mujer de cabello largo mirando al pequeño que era recostado en una de las camillas.

—No tiene qué agradecer— Murmuró el hombre —La esperaremos afuera— Se inclinó medianamente y desapareció del lugar.

           Kim MiSo observó a su pequeño hijo de cuatro años, quien yacía con los ojos cerrados en la camilla del hospital, palpando que su corazón se rompía. Cada vez eran más frecuentes las crisis de desmayo del niño y aún no tenía explicación alguna de lo que le ocurría... Si no hubiese sido por ese señor y su familia, quizás la historia sería distinta. Agradeció a Dios por ponerle gente solidaria en su camino...

—Papá, ¿el niño va a estar bien?—

—Por supuesto... Los niños de su edad son fuertes— Sonrió Lee ByeongKwon a su propio hijo.

—Sólo hay que esperar que nos digan que él está bien y volveremos a la playa— La esposa tomó a su hijo por los brazos y lo sentó en sus piernas.

            No se irían hasta saber el estado del pequeño al que socorrieron hace media hora. Cuando la familia Lee -que esperaba afuera de donde estaban atendiendo al menor- vieron a un hombre aparecer un tanto exasperado preguntando por el nombre de su hijo, supieron que era el padre y esposo de los socorridos. Los esposos se miraron a los ojos aliviados; al menos el padre de la familia estaba allí.

               Posterior a unos veinte minutos, una mujer se asomaba por la puerta...

—Oh, pensé que se habían ido— Expresó con una leve sonrisa —Ustedes son muy buenos—

—¿Cómo está su hijo?— Preguntó el hombre.

—Está bien, se lo agradezco... Si no hubiese sido por ustedes, quizás que...—

—Por supuesto que no iba a pasar nada— Interrumpió la otra mujer.

—Soy Kim MiSo y estoy para ayudarlos en lo que sea— Se inclinó la susodicha con respeto.

Tenía que agradecer porque aquella familia desconocida le había salvado la vida a su hijo. Así era, así mismo había dicho uno de los médicos unos minutos atrás.


2019...

—HyukJae-ah, n-no me pidas eso... Por favor— Suplicaba el médico de treinta y nueve años llorando.

—Si tú no me ayudas, no va a resultar— Decía el chico arrodillándose al frente de su amigo, quien yacía en su sillón individual.

—¿Te das cuenta de lo que me estás pidiendo? ¡Por favor, no hagas eso, estás loco!— Se alteraba el castaño claro.

—Quizás es una locura, pero no puedo permitir que... n-no puedo— Tragó saliva amargamente. No podía pronunciar esa horrible palabra —Si él... se va, yo... también lo haré de todas formas— Esbozó apenas.

—N-no p...—

—Por favor— Interrumpió —Tienes que hacerlo. Ya lo decidí—

—HyukJae-ah...— Pronunció KyuHyun por última vez mientras las lágrimas seguían cayendo de sus ojos.

               Lo que su amigo le pedía era totalmente doloroso, era loco y demente, era inhumano. ¿Cómo le pedía algo así? HyukJae estaba totalmente fuera de sus cabales. Sin embargo, tras mirar lo decidido que estaba sobre su idea, por un segundo lo entendió. Y mil veces prefería él ser testigo de esa locura, pues lo conocía desde que ambos eran bebés, y sabía que, si él no lo ayudaba buscaría tal socorro en otra persona.

»Te odio tanto, Hyuk-ah« Pensó el médico luego de analizar la situación. 


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Primera vez que publico en Wattpad. Aquí va el prólogo de una historia que había empezado hace mucho. Espero les guste y gracias por leer. 

{EunHae} Im MichWhere stories live. Discover now