Mystical Composer | JimSu

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Park Jimin estaba definitivamente en la cima del éxito, no había pasado ni un año desde su debut y ya había lanzado dos singles y un álbum en ese corto periodo de tiempo, lo que le convirtió en una de las estrellas de más rápido ascenso en la historia del Kpop. Sus vídeos musicales eran grandes éxitos y las actuaciones en directo que ofrecía en los conciertos eran tan entretenidas que la gente seguía hablando de ellas semanas después, pero lo que más gustaba al público eran las letras de sus canciones.

Parecían tener un mensaje significativo detrás de cada línea, como si pudiera hablarle a cualquiera. Su concepto era tan versátil que podía ir desde una canción de amor hasta una crítica social. Probablemente por eso se había convertido en un ídolo tan popular entre la juventud.

Por eso, él mismo no creía merecer todo el mérito, sin su compositor Suga, que escribió las letras de toda su discografía, Park Jimin no estaría donde está ahora.

A Suga rara vez se le veía en las instalaciones a pesar de trabajar allí, solía encerrarse en su estudio durante horas y no salía hasta que la mayoría del personal ya se había retirado a sus casas, a veces hasta por la mañana. Los únicos que llegaban a verle más a menudo eran los demás compositores o miembros del equipo creativo. Aunque era muy conocido dentro de la compañía, nunca participaba en ninguno de los shows o espectáculos que se realizaban, por lo que era casi desconocido para el público.

Aun así, algunos miembros del personal se atrevían a acusarle de ser producto del nepotismo por ser hijo del dueño de la empresa. Pero por mucho que la gente le odiara, a él nunca le importó; seguía en lo suyo, escribiendo canciones y componiendo música para ídolos.

A pesar de todos los rumores y misterio, Jimin tenía una visión diferente de Suga, como si sólo con leer las canciones que componía para él fuera suficiente para conocerlo mejor que nadie.

En su opinión, Suga era un genio. Un compositor brillante que escribía y componía bellas melodías y letras llenas de significado con cada una de sus palabras, pero también un soñador que creía en que el mundo podía cambiar su curso. Para Jimin, representaba una persona con la que podía identificarse a la perfección.

Tan solo lo había visto de manera fugaz en una ocasión, su encuentro solo había durado un segundo y lo unico que alcanzó a ver fue su perfil, pero ¿porque se sentía tan intimo hacia él?

–¡Park Jimin! ¿Podrías prestar un poco de atención?–dijo Hoseok, el coreógrafo y mejor amigo de Jimin. Él era quien estaba enseñándoles las coreografías para su próximo comeback.

Jimin levantó la vista de donde estaba sentado de rodillas en medio del suelo del estudio. –¿Eh?– preguntó sin comprender.

Hoseok sonrió mientras miraba a Jimin tratando de entender lo que había estado diciendo. Habían pasado tres días desde que empezaron a practicar para el show, lo que significaba que sus agendas estaban repletas de clases de baile y prácticas todos los días. Sólo tenían unas pocas semanas más hasta el regreso de Jimin; ahora mismo, se estaban centrando en hacer la coreografía de la canción principal. Realmente no quedaba mucho tiempo hasta entonces, así que se alegró de ver que Jimin finalmente prestaba atención.

–Se supone que tienes que mirar en mi dirección– dijo Hoseok mientras señalaba con el dedo hacia sí mismo, y Jimin hizo lo mismo y se dio la vuelta. Como estaba practicando solo en el estudio, no había nadie más que Hoseok para darle instrucciones.

–¡Lo siento, lo siento!– Exclamó Jimin mientras se levantaba apresuradamente. Recordó que tenía que volver a centrarse en Hoseok en lugar de pensar en su misterioso compositor.

–No te preocupes por eso. Sólo haz tu mejor esfuerzo para no perder la concentración, ¿de acuerdo?–le dijo Hoseok mientras daba un paso atrás y cruzaba los brazos sobre el pecho.

Jimin le caía muy bien, especialmente porque sabía que era muy trabajador y súper talentoso. Pero a veces, podía estar demasiado concentrado en algo y demasiado distraído para ponerle atención.

–Lo haré, lo prometo– Jimin asintió mientras enderezaba su postura.

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