Nico's lullaby

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De niños, Bianca le cantaba a Nico antes de dormir.

Era como una pequeña tradición, después de comer, ambos iban a su cuarto mientras su madre lavaba los platos, y Bianca se encargaba de hacer dormir a su pequeño hermano. Desde que Nico tenía memoria, Bianca lo arropaba en su cama y le cantaba esa hermosa canción en italiano, su idioma materno. Siempre la misma canción. Y nunca se cansaba de oírla. A sus amigos, sus madres si tenían dinero, les leían un cuento o simplemente inventaban uno. Para él, ese era su cuento de buenas noches.

Cuando estuvieron en el casino, Nico le contaba sobre mitomagia con los ojos brillosos de la emoción. Ella, como toda hermana mayor, la mayoría de las veces fingía que escuchaba asistiendo con la cabeza y sonriendo. Después, jugaban un rato y ella era feliz al escuchar al pequeño reír de la emoción o hacer una escena por perder -aunque no siempre le gustaba esto último-. Luego, Bianca lo arropaba y le cantaba y Nico escuchaba atentamente cerrando los ojos y quedándose profundamente dormido como si estuviera bajo un hechizo.

Cuando Bianca murió, Nico se obligó a madurar. Lo primero que hizo fue quemar las cartas de mitomagia. Luego, cambiar su actitud. Y lo más complicado de todo fue olvidar la existencia de la canción. Ese fue el salto definitivo a su maduración, cuando ya no se encontraba a si mismo tarareándola o esperando a su hermana antes de dormir para que le cante. Lo único que se permitió conservar de ella fue la figurilla de Hades, atada en un cordel alrededor de su cuello; cuando estaba demasiado triste para soportarlo sólo tocaba la figura y no pensaba en su padre, sino en su hermana y que ella estaba para él aunque no lo supiera. Después de algunos meses, sólo la mantenía bajo su ropa y hasta se olvidaba de su existencia.

Hoy, después ya de algunos años, se permitió sacar esos recuerdos. Sentado en la litera de su cabaña, se permitió cantarla con la figurilla en mano. Nadie la conocía, era demasiado vieja y además de ser original de su hermana para que cualquiera del siglo XXI la conociera. En realidad, nadie que no sea Nico o su madre sabían la existencia de la canción.

Nico también descubrió que él tenía una hermosa voz que ignoró tanto tiempo, tan hermosa y profunda que sacaba lágrimas de los ojos. O al menos eso fue lo que pensó Percy.

Apoyado en el marco de la cabaña, se encontraba Percy, contemplando a su amigo que estaba inmóvil sin contar sus labios que se movían al son de la canción que reproducía en su mente con los ojos cerrados. Cuando terminó la canción, el hijo de Poseidón se permitió romper el encanto.

—Fue hermoso, Nico. —Se secó una lágrima sin que lo viera—. Lástima que no hable italiano.

El hijo de Hades se sobresaltó al escuchar la voz de Percy. Al abrir los ojos, se puso su collar improvisado rápidamente por la cabeza y se obligó a mantener el semblante neutro.

—Lo siento, no sabía que estabas aquí, sino yo...

—No sabía que supieras cantar —lo interrumpió.

Nico soltó un resoplido que parecía ser una risa.

—Yo tampoco, la verdad.

—¿De dónde es esa canción? —El mayor se sentó al lado de él—. No la conozco.

Nico se debatió internamente ¿Debía contárselo? ¿Decirle sobre su infancia? Al principio se dijo 《ni de broma》pero pensándolo mejor... ¿Qué problema había? Ninguno, sólo era Percy.

—Era... Es una canción que escribió Bianca cuando éramos niños.

—Oh —se limitó a decir Percy. Tas un minuto pensándolo, dijo:— ¿La cantarías para mí? Claro... si no te molesta...

El rubor casi sube por las mejillas de Nico, casi. Con un "sí, no hay problema" volvió a cantarla por segunda vez después de algunos años, que parecían milenios.

 Percy cerró los ojos y se acostó en la litera, disfrutando de la relajante voz de Nico, una pequeña lágrima cayó sobre la comisura de su ojo. Al terminar, el menor se dio cuenta que su amigo se había quedado dormido y le era imposible despertarlo con aquel rostro en el que había tanta paz... resistió el impulso de arroparlo como Bianca había con él y salió había la cálida noche con el pensamiento de que, después de tanto tiempo, la canción seguía teniendo su mismo hechizo y su misma hermosura.

Nico's lullabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora