Extra

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-¡¿Eres tonto, o qué? -gritó la albina al moreno.

-¡Es que no puede ser! Yo me cuido, no puede ser esto posible -exclamó.

Estaban ambos chicos en la mansión de Foxy y Bon Capobianco, en el jardín trasero. Después de la boda Golden hizo a Foxy su socio a lo cual en la empresa subía más de fama, el pelirrojo ganaba tanto dinero que decidió comprar la mansión, comprarle una escuela a su esposo donde Bon daba sus cursos de tocar guitarra, se había hecho famosa por los grandes resultados, el de piel tostada era realmente bueno dando sus clases. Habían comprado ya varios autos lujosos del año y cuando habían adoptado a su hijo Alejandro Capobianco Smith, lo habían metido a estudiar en la mejor escuela de la ciudad.

Prácticamente se estaban pudriendo en dinero.

Ya habían pasado dos años desde la boda, hasta en ese entonces todo se encontraba bien, eran la típica familia que todo el mundo quería tener. Pero justo ese día todo cambiaría cuando se hiciera pública la noticia de que Bon Capobianco, esposo del socio contador de Golden Freddy estaba esperando un bebé.

Su amiga Meg lo regañaba aunque estaba realmente feliz por el, quería que ambos tuviesen los mismos hijos (la albina ya tenía tres hijos con su esposo Spring, quien también ya tenía empleo en la empresa Golden).

-¿Y cómo se lo dirás? -preguntó Meg, comiéndose otra galleta italiana de vainilla.

-no lo se, ni siquiera se como se lo va a tomar mi hijo. Estoy jodido -suspiro pesado recargando su mejilla derecha a la mesa de cristal.

-yo digo que se lo digas en la cena. Yo hice eso cuando me embaracé de Sam -sonrió recordando el momento.

-bien. Será entonces en la cena, pero, no se porque algo me dice que no saldrá bien -mantuvo su posición.

-todo estará bien, eso te lo aseguró. Ahora, ¿A qué hora llegaran los niños? Mi hija tiene clase de baile -miro la hora en su celular.

-llegaron hace media hora Meg, están en el cuarto de videojuegos de Ale, en el cuarto de juegos de Foxy o en mi Sala de música... Tal vez estén en el Salón de arte dibujando.

-odio que seas tan jodidamente millonario, aun me pierdo en tu laberinto -hizo un puchero.

-jejeje. Dile a Diana que los llame. O llama al teléfono de Mariana -se enderezó con una sonrisa Serena.

Su amiga tomó su celular llamando a su hija, tardo un momento en contestar lo que preocupó a la de ojos ámbar. Cuando su llamada fue respondida comenzaron a pelear porque Meg quería saber que estaba haciendo con ese muchacho a solas y porque no contestaba.

***

La familia Capobianco estaban cenando tranquilos, el de orbes Esmeralda se animaba mentalmente para que ya hablara pero su miedo se lo impedía, sentía ganas de llorar, de gritar, pero a la vez sentía felicidad y emoción. Para el era una lucha total de emociones pero sabía que era normal en su estado.

-¿Estas bien, amor? -miró al menor quien jugaba con su comida y susurraba cosas inaudibles.

-he... Si, bueno casi, o bueno no. No lo se -se encogió de hombros.

-papá, ¿Estas bien, si o no? -el niño rió.

-Bon... Me estas asustando.

El nombrado solo se puso de pie tomando aire como si fuese la última vez que lo hiciese.

-¡Estoy esperando un bebé! -se tapó el rostro sonrojado con sus manos.

Los otros dos se quedaron en Shock, no tenían palabras, el mayor no sabía cómo reaccionar. Alejandro se puso de pie imitando la acción que su papá.

-¡Hoy bese dos veces a Mariana! -miró al suelo con el rostro más rojo que el cabello de su padre.

Foxy ya no sabía a quien reaccionar, claro que el bebé era primero, pero le sorprendía el hecho que su hijo había besado a la niña que era casi familia. Este se puso de pie tomando aire, camino a su amado y lo abrazó fuerte.

-felicidades azulito. Es la mejor noticia del mundo -sintió como correspondían a su afecto del mismo modo.

Sonrió al imaginarse que un hijo de el estaba creciendo en... Quien sabe dónde, pero parte del cuerpo de la persona que más amaba en el mundo. El abrazo se hizo familiar al sentir los bracitos de su hijo dodeandolos. Lo pusieron en medio sintiendo ese afecto familiar que tanto amaban. Bon comenzó a llorar por la felicidad de recordar las palabras de Foxy cuando su padre lo hirió con la muerte de su madre, se había dado cuenta que Richard siempre había Estado equivocado.

Se separaron después de un rato y siguieron cenando felices, ahora queriendo escuchar la historia de su hijo y su "amiga", sabían que si su amiga se enteraba iba a matar a su hijo de la peor forma posible, pero eso no dejarían que pasará.

***

1 año después.

-¡Booooooooooooooon! -gritó el mayor a todo pulmón.

El mencionado subió las escaleras tan rápido como la luz, al entrar al cuarto vio a su marido con su bebé en brazos, la cual lloraba tanto que su rostro ya estaba rojo.

-¿Cómo se le da de comer? -tomó el biberón de leche confundido- ¿Solo se lo doy y ya, o como?

-dame a mi hija -le Quito a la cría de brazos al igual que su alimento, con cuidado le dio la mamila para que comenzará a comer.

-perdón amor, sabes que lo intento.

-ya va a cumplir un año Foxy, y no sabes ni siquiera cambiarla. Farah va a odiarte cuando crezca y le diga que su padre le puso el pañal al revés, que la perdía siempre en el parque y que dos veces te equivocaste de bebé -fruncio el ceño mirándolo.

-oye, soy padre primerizo. Alejandro nunca necesitó esto.

-yo igual soy primerizo y aquí estoy... Prometiste ayudarme.

Foxy abrazó por detrás a su conejo, recargo su barbilla en el hombro ajeno contemplando la vista de la pequeña peliazul, piel clara y de orbes ámbar, lo miraba con tanta inocencia que sentía que moriría de tanta dulzura.

-prometo que aprenderé antes de que cumpla el año. Quiero ser mejor padre.

-y lo eres amor, solo que te falta más práctica.

-jajaja. Igual tu eres la mejor mamá.

-te dije que si me volvías a decir mamá te quedarias un año sin sexo.

-era broma, no hay que precipitarse... Además, esas cosas no se hablan frente a niños.

-ya anochecera... Ya anochecera.

El pelirrojo dió pequeños besos en el cuello moreno escuchando pequeñas risas por parte de Bon, Farah ya estaba dormida entre los brazos de su papá. Al dejarla en la cuna salieron a dirección de su recámara, querían aprovechar que Alejandro estaba en la escuela y Foxy entraba a trabajar tarde ese día.

Hola lector o lectora v:

Espero hayas disfrutado esto tanto como yo, no tienes idea de lo que me duele ya terminar esta historia pero como dice la abuelita de Bob Esponja “Todo tiene un fin”. Esta es mi historia favorita sinceramente y esta parte final me parte el corazón.

Iba a hacer dos extras pero no sabía cómo plantear la segunda así que todo lo hice en uno. Lo mismo pero más barato.

Ahora si, me voy. Y espero sigas mis otras historias de Fon :3

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