Capítulo 5: Decepción.

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La noche anterior parecía haber sido tal vez un sueño o algo parecido.

Prácticamente me sentía como un adolescente enamorado y más cuando en aquel incómodo momento confesé mis sentimientos. Hace tiempo que no me sinceraba de esa manera, era como sí parte de la confianza que alguna vez tuve por las personas hubiese vuelto a mí y gracias a Dara. 

Su sonrisa era lo que me mantenía feliz. Aunque sonara totalmente cursi, deseaba sólo vivir para ver su rostro. La felicidad me había inundado como nunca antes.

—¡Buenos días!~ —saludé alegre al entrar a la cocina, mostrando una sonrisa tan ancha que tal vez podría verse algo terrorífico. 

—Buenos días mi niño. —la señora Park siempre me recibía con esa dulzura que irradiaba— ¿Cómo amaneciste? 

—¡Increíble! —aún sonreía. 

—Se nota. —rió ligeramente al verme— Hoy despertaste temprano y de buen humor. ¿Sucede algo? —enarcó una ceja.

—Creo que estoy enamorado. —reí. 

—¡¿En realidad?! —la señora Park me vio con un brillo especial en sus ojos y se acercó para abrazarme, yo por supuesto correspondí— ¡Me alegro mucho mi niño! —sonrió amplio totalmente conmovida.

—Gracias. —sonreí de igual manera. 

—Sólo por eso te haré un desayuno especial. —se apartó de mi lado y secó algunas lágrimas que logré ver. 

—No, no abuela. —me acerqué a ella y tomé sus manos— Hoy iré a desayunar con Sukkie. Así que no se preocupe. —ella asintió sonriente— Señorita Ha-Neul. —llamé a aquella chica que ayudaba a la señora Park.

Ella sólo nos observaba en silencio y sin duda el que la hubiese nombrado la hizo palidecer. 

—¿S-Sí, joven Min Ho? —preguntó nerviosa.

—Cuando puedas, ¿podrías ir a limpiar mi habitación? —mi tono era más de súplica. 

—S-s-sí, claro. —titubeó. 

—Gracias. —le mostré una gran sonrisa— Bueno me voy o ese bobo ya se estará quejando de que tiene hambre. —reí y tomé una manzana del frutero y me dispuse a salir. 

—Adiós mi niño. —oí decir a la señora Park. 

Lo que escuché en seguida me hizo reír un poco.

—¡¡Es tan amable y distinto!! —exclamó la otra— ¡¡Woah!! Sin duda el amor lo puede todo, hasta cambiar al más duro corazón.

••••••••••

¡Me sentía tan mal!, ¡tan desubicada de la realidad!, no creía que fuera verdad lo que me había dicho anoche aquella chica.

No se me había ocurrido más que hablarle a mi mejor amiga: Lee Chae Rin. 

Ella se paseaba por la habitación de manera feroz, haciendo resonar sus tacones sobre el suelo de madera de mi pequeño apartamento. 

—Basta. —chillé levemente en protesta— Por favor, estás a punto de volverme loca con tu viene y va. 

Ella me miró algo sorprendida. 

—L-Lo siento Dara. —susurró algo apenada. Lentamente tomó asiento algo confundida y me miraba directamente— ¿Qué es lo que harás? —cuestionó con curiosidad. 

—Realmente no lo sé. —confesé con vergüenza— Por eso te llamé. Creí que podías ayudarme. 

—Es que... Esto es tan... ¡EIIIIIIISH! —exclamó en su frustración— ¡¿Cómo pudo un imbécil hacer eso?!

I just wanna kissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora