4: SuLay

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-Suéltame!- gritó Lay eufórico tratando de safarse de los brazos de Junmyeon

-quédate quieto!- dijo Suho proporcionándole una fuerte cachetada en la mejilla al chino, dejando un hematoma púrpura en ella

Lay comenzó a llorar en sus brazos, cayendo, cerrando sus ojos, dejando de hablarle, y Junmyeon dejo de escuchar, sentir, mirar, tocar...

"Tengo miedo de ti"- la lluvia mojó las hebras de su cabello negro

"No debes temerme, yo jamás te dañaría"

"Eres un asesino, un secuestrador con ganas de golpear y violar gente"

"No es cierto"- pequeñas lágrimas se cayeron de sus titilantes ojos

"No quiero estar cerca de alguien con esa familiaridad"

"M-mi padre es el culpable, jamás te haría daño"

"Si él es así, no quiero ver cómo serás tú, alejate de mi asesino!"

"Alejate de él, déjalo en paz!"

"Deja al chino! Retiraré de este lugar!"

"Alejate de nosotros, eres extraño, tu padre es extraño! Deberías morir!"

Morir....

Morir....

Su pecho subía y bajaba con velocidad mientras lágrimas bajaban por sus mejillas y la capa de sudor se convirtió en su segunda piel. Otra vez, por décima vez en la semana,  Junmyeon soñó eso, soñó con Yixing, soñó que lo golpeaba, soñó que lo besaba, y.... recordó cuando era pequeño, cuando fue rechazado por todo el mundo porque su padre era un asesino, secuestrador con problemas mentales

Le dolía, le dolía el alma saber que él iba por sus mismos pasos, le dolía recordarse a quién tendría que sacar de su vida cotidiana para ser feliz, le dolía saber a quién escondía el dentro de si mismo.

Limpió su frente con su propia mano y caminó por su ropa, colocó una hermosa chaqueta de color crema, pantalónes de azabache color y unos hermosos zapatos color marrón sobre sí mismo para seguidamente mirar a la nada

Era tan difícil cambiar?

Bajó al primer piso, bloqueado, como siempre, no podía pensar en nada más, colocó una taza grande sobre la mesa, aquella taza se la obsequió el amigo de su padre, Quian Kun, el era como su verdadero padre, siempre fue considerado, tapaba sus ojos y orejas cuando su madre gritaba por las "caricias" que su padre profanaba sobre ella.

Quian Kun era su héroe, hubiera deseado ser como él, pero el destino no lo permitió, solo por un pequeño entrometido, que, para variar, tenía un nombre hermoso, y ocupaba un cuerpo y mente de la cual el cayó gratamente enamorado, su gran Zhang Yixing

En cambio, tristemente su arrendador era su peor enemigo, quizás pasaba gran parte de la semana en casa de Min y Kai, pero, EunWoo, su arrendador, y su pequeño hijo, Rocky que apesar de tener solo 14 años tenía un novio de 22 que se llamaba SanHa, atormentaban su vida a más no poder, gritándole que cosas hacía mal y por qué las hacía.

Es que era tan difícil simplemente ignorar su presencia y hacer como que no existía?

Tanta calma no la esperaba, eran las 9:30 de la mañana y Min aún no llegaba gritando que quería comida

-es tu hora de brillar, ya pronto Yixing volverá a china, deberías ir por él- habló LuHan, sujetando la esquina de su almohada con la mano

Hubó un silencio de tres minutos exactos, LuHan, mirando en silencio a Suho y Junmyeon derramando pequeñas y sentimentales lágrimas

Pero Suho no se arrepentía de ser así, ya que pronto le sonreía a su espejo, colocando sobre sus labios un tapabocas color marrón


...


-LuHan, yo te diré cuando debes empujar- habló Suho mirando la casa

-si - exclamó el chino

Con ambas manos a los lados de la cuerda, comenzó a trepar por el exterior de la chimenea, cabiendo dentro de ella, como el viejito pascuero. Una vez en el piso, observó cómo Yixing dormía plácidamente sobre el sofá aterciopelado que resaltaba su blanca piel.

Colocó el paño con el líquido que daban ganas de dormir en su mano y se arrastró hasta el chino más joven, estando cerca de él.

-Junmyeon, le llegaron visitas- dijo un muy asustado LuHan por el pequeño auricular

-mierda- rápidamente se levantó de el piso, pasando a llevar una de las copas de el chico, lanzándola al piso.

Yixing abrió los ojos y miro asustado todo a su alrededor, no había nadie, pero si una copa rota

-me estoy volviendo friki- habló para seguidamente levantarse y recoger los pedazos de vidrio de el piso

Caminó hasta la cocina, pero al escuchar el sonido de su cama rechinar, se quedó en shook, siempre le tubo miedo a los fantasmas, y el vivía solo, por lo cuál se quedó mirando sin cambiar su expresión de horror.

Mientras tanto Suho se abofeteaba mentalmente por haberse caído sobre la cama

-ah, Suho me equivoqué, iban a la casa de al lado- dijo LuHan

-voy a matarte chino..-

Oh no, al escuchar ese susurró un muy alertado Lay corrió a la habitación con una pistola de agua

-SAL FANTASMA!-

Quizás a Lay le daban mucho miedo los fantasmas, pero hay algo que le daba más miedo

Kim Junmyeon

Ahí parado, con la forma de su armario, su acosador de ya hace 10 años lo miraba con una sonrisa macabra

-hola Lay-

Sus manos empezaron a temblar, dejando caer la pistola de agua, con junto a eso, sus lágrimas cayeron por sus mejillas, sus ojos aún muy atentos, tratando de convencerlo de que era mentira, pero tan pronto trato de moverse, su vista se volvió negra y dejo de sentir.

Otra vez esa sonrisa macabra que señalaba como el lobo acorralaba a la pequeña ovejita...

•Psicópata agresivo•  [EXO Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora