•Psicópata agresivo• [EXO Yaoi]

9: Campo de tortura !X.CH!

MinSeok (ಥ_ಥ), subió a la habitación en donde se ubicaba JongDae, aún seguía enojado por lo ocurrido, aún quería golpear a LuHan, y violar a Chen

Al entrar, observó cómo Chen miraba el cuadro en la pared, parecía pensativo. Se acercó al chico, este se asustó por la repentina aparición, y se asustó más al ver que era Min.

–qué miras?– preguntó

JongDae apuntó con la cabeza ya que por su mala suerte, llevaba un bozal en su boca, que no lo dejaba abrirla ni siquiera para tragar saliva

–soy yo y los chicos– sonrió, mirando a Chen, pronto se percató de lo que debía haber estado haciendo y noqueó al lindo chico

Con cuidado bajo, mirando a ChanYeol un poco incómodo, a Kai con la inyección vacía y a los demás miembros.

Con el entrecejo fruncido, salió a el ático junto con los demás, avanzando con dificultades debido al poco peso de Chen en sus brazos.

Ya abajo, miró la máquina que eligió para él; la máquina consistía en amarrar las manos y piernas de el chico, dejándolo con el estómago arriba, estirado, después, una especie de bozal se posaba en la boca de el individuo abriéndola hasta más no poder, dejando espacio para meter tanto el pene como otras cosas.

MinSeok hizo el respectivo trabajo de amarrar a JongDae, abriendo no tanto su boca, para no causarle más daño del que debía.

–Minzeocc– dijo Chen sin poder pronunciar bien la palabra

–mi vida– susurró, mirando los hermosos belfos de Chen

–zakamedeaki– nada se entendía de lo que el coreano decía

XiuMin, mirando un largo palo que en la mesa se encontraba, lo cogió, posicionándolo arriba de la boca de Chen, en punta, directo a meterlo.

Mientras metía la punta, ahogando a Jong, tomó un látigo de la mesa, golpeando los glúteos de Chen, estos se coloraban y Chen lloraba, ahogándose más por el palo en su boca

Las horas pasaban y pasaban, y JongDae sentía que iba a morir en cualquier momento, pero no, MinSeok decidió dejarlo descansar un segundo

–resistes mucho, amor– aclaró

El otro solo lloró en silencio, tratando de calmar su dolor de garganta

Tan pronto como se le fue posible, metió dos dedos en las boca de JongDae, haciendo que este, por obligación, los chupe

Metió sus dedos hasta la garganta de JongDae. El secuestrado, ahogándose, tosió, provocando placer en las manos de MinSeok, mientras esté con la otra mano se tocaba repetidas veces su pene

MinSeok por horas estubo sintiendo placer, se exitaba con la garganta de el chico, hasta que ya no hubo movimiento

Miró al coreano menor y observó su pálido rostro con lágrimas, estaba tieso y no pestañaba

Ya los dedos fuera de la boca de el menor, lo levantó, dándole respiración boca a boca, no reaccionaba, no se movía y sus ojos pareciera que no tuvieran brillo, una extraña sensación aguardo en el corazón de el chico en movimiento, estaba triste y a la vez desesperado porque el otro viviera

Cuando JongDae ya estubo con un poco de conciencia, lo abrazó

–Por Dios, pensé que te había perdido!– lloró Min

–No, pero...– habló con dificultades– pero estoy perdido si estoy contigo, eres un peligro, MinSeok–

Al escuchar tales palabras, MinSeok enterró la aguja con adormecedor en el brazo de el chico, el cual calló rendido

Lo subió a su hombro y abandonó el lugar, entró a su habitación y apagando la luz se durmió de tanto llanto