Caminé hacia la plaza central, aun faltaba una hora aproximadamente para que llegara ______, creo que debo entrar a estudiar algo, siempre estoy aburrido. Debería estudiar música, es mi pasión. Después de estar sentado pensando sobre lo que voy a hacer de mi vida, decidí ir a alguna tienda a comprarle un obsequio a _____… Sigo preocupado por lo que escuché en la llamada de anoche y más que nada por mi sueño, que raro. Entro a una florería, no sé mucho de flores pero elegí las que me parecieron más lindas las cuales fueron unos girasoles con unas cuantas margaritas. La encargada de la tienda me estaba mirando mucho y eso me puso muy nervioso, debo admitir. Después de comprar las flores, caminé hacia la banca en la que estaba y mi sorpresa fue verla sentada ahí mirando a las aves. Se veía tan hermosa. Después de salir de mi trance, me acerqué a ella por detrás de la banca y le susurré al oído: Hola pequeña
Ella dio un brinco y se giró a mirarme.
-Casi me matas del susto -Me golpea jugando en el pecho mientras sonríe de lado. Suelto una carcajada, le doy la vuelta a la banca y me siento a su lado-.
-Lo siento, toma, esto es para ti -Le tiendo el ramo de flores y ella lo toma mirando las flores con una sonrisa enorme-.
-Gracias, ¿Como lo supiste?
-¿Que cosa? -La miro confundido con las cejas levemente juntas-
-Que éstas son mis flores favoritas -Con que eso era.. ¡Eres un genio Quinn!-
-No lo sabía, sólo elegí las que me parecieron más lindas en la florería pero es bueno saberlo, así podré no equivocarme en tus gustos florares para la próxima vez- Dije sonriendo. Pude notar como se sonrojó un poco-. Te ves tan adorable así
-¿Próxima vez? -Ella estaba jugando con sus dedos nerviosa y yo me puse serio-
-¿No quieres volver a salir conmigo? -Pregunto alarmado-.
-Claro que quiero, Kellin. Lo que pasa es que jamás he salido más de una vez con un chico, me puedes llamar ñoña si quieres.-Ella bajó la mirada-.
-No eres ñoña, de hecho me parece muy adorable de tu parte.-La tomo de la barbilla para que alzara la vista, fue entonces que me di cuenta de la corta distancia que nos separaba, decidí acercarme lento hacia ella, ____ se mantenía inmóvil mientras miraba mis ojos, yo me alternaba de sus hermosos ojos a sus labios, cuando por fin los pude rozar ella se separó rápidamente de mi algo sonrojada.
-Creo que tengo algo de hambre ¿Podemos ir a comer algo? -Miraba hacia otro lado evitando mi mirada. Suspiro y asiento. Nos levantamos y nos dirigimos a un restaurante de comida italiana, mi favorita. Después de ordenar nuestra comida nos quedamos en un silencio de algunos segundos que me parecieron eternos hasta que decidí hablar.
-______…
-¿Que pasa?
-Lo siento -Murmuro, dios que pena..-
-¿Porque? -Me mira confundida-
-Estaba a punto de besarte y tu ni si quiera querías, lo siento, soy muy tonto. -Jamás me había sentido tan frustrado y apenado en toda mi vida-
-Está bien, yo me puse muy nerviosa, no suelo besar mucho que digamos -Rie un poco y me uno a ella-.
Después de unos cuantos minutos llegó nuestra comida, ambos ordenamos lasaña. Ella me contó que sabe cocinarla y que algún día me dará a probar su comida. Estuvimos hablando sobre nuestros pasatiempos, que cosas nos gustaban y cosas por el estilo, conociéndonos más. Se reusaba a que yo pagara la comida pero luego de algunos "Por favor" y caras de perro abandonado accedió. Pasamos una buena tarde y prometimos vernos el viernes aquí mismos ya que mañana sería lunes y ella aún va a la escuela, tiene 16 años.