CAMILA & LAUREN

CAPÍTULO 5

Me arroje del otro lado de la barra, el ruido de las balas se escuchaba junto con el de vidrios rotos, saque la pistola que tenía en la parte baja de la falda mientras el intercomunicador sonaba con la voz de la teniente Grande

-Camila, responde ¿Estas bien?- no contesté pues un hombre había saltado y venía hacía mi

-¿Quien demonios eres tú?- me apunto con el arma y me quite el intercomunicador del oído pues la voz de desesperación de la teniente empezaba a fastidiarme, mire hacía la caja de madera que estaba enfrente de mí y con una patada la empuje hacía el sujeto provocando que se hiciera hacía atrás y aproveche la ocasión para dispararle en el pecho, me agache para recoger la metralleta y al momento de levantarme otro sujeto miraba con incredulidad el cuerpo de su compañero, me miro molesto y yo sólo sonreí

-Hola guapo- le guiñe el ojo y abrí de golpe la puerta de la barra golpeándolo en la cara provocando que cayera al suelo desmayado, cargue el arma y pase arriba del cuerpo

-Permiso- sonreí divertida y de inmediato me cubrí con una mesa tirada, los hombres que habían entrado disparaban a todos los que estaban en el lugar, esa escena era demasiado cruel, ver como caían sin vida varias personas incluyendo a meseras, me asome un poco sobre la mesa y dispare a dos de los hombres que estaban en la salida de emergencia, brinque sobre la mesa y corrí hacía la salida, ya que había notado que los hombres que yo estaba buscando corrieron hacia la parte trasera, pero un golpe preciso en el rostro me hizo tambalearme y me impidió seguir mi camino, me sujete la nariz que comenzaba a sangrar y una carcajada me hizo mirar a los ojos del hombre chaparro que estaba frente a mí, se quitó el sombrero y pude notar su calvicie, me limpie la sangre con la mano derecha y el arrojo la metralleta que sujetaba al suelo

-Es un placer agente Cabello- sonrío amplio y yo eleve mi ceja

-Antes de que digas, como se tu nombre, quiero decirte que te felicito por haber matado a mis hombres, aunque te faltan cuatro más pero ellos se están encargando de James, Bruno y Abraham- trono sus dedos

-Como veras, tú también estabas buscando a esos idiotas y no te culpo han hecho muchas cosas, pero esos hombres son para mí, llevo días siguiéndote desde que matamos a los otros dos agentes por entrar al bar y querer sacar información para detenerlos, yo no puedo dejar que te los lleves porqué tengo que castigarlos por el fraude que me hicieron así que tú sabes muchas cosas y yo no puedo dejar que salgas viva de aquí, no queremos una matanza aquí ¿O si? Mis hombres están cubriendo la zona al igual que los tuyos y bueno- sonrío maliciosamente

-Que te parece si nos enfrentamos tu y yo a puño limpio, sin trampas, sin nada- pateo una de las sillas y se acercó a mí, yo estaba algo mareada por el golpe, la confusión de todo lo que estaba sucediendo, no tenía el comunicador, no sabía que pasaba afuera, él sabía lo que habíamos planeado por semanas pero tenía que aceptar lo que decía así que al verlo acercarse a mí apreté los nudillos y antes de aceptar, un golpe se acercaba a mi rostro y lo esquive agachándome, su risa me provoco asco y empezamos a pelear, acerté varios golpes, incluyendo la cara, me movía de un lado a otro cubriéndome con una mano la cara, me soltó una patada en la costilla provocando que me doblara del dolor, me sujeto el rostro y estampo su rodilla, escupí un poco de sangre y lo mire

-Vamos, no me hagas acabar tan rápido contigo por favor, quiero seguir divirtiéndome- pase mis dedos por mis labios y el coraje que tenía me provoco arrojarme a él, lo tire al suelo y comencé a golpearlo con todas mis fuerzas, se movía bajo mi cuerpo y un cabezazo me hizo cerrar los ojos, me empujo y rodé en el suelo, me levante de un brinco para verlo

-Todos tenemos nuestros trucos- di un salto en el aire provocando que una patada cayera en su cara, varios puñetazos en el rostro y una botella de cerveza que se encontraba cerca de la escena me provoco noquearlo, me sujete la costilla y camine hacía la metralleta que estaba tirada en el suelo la recogí y pude verme en uno de los espejos rotos del lugar