Incoming Call #2

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Llamada entrante. Número desconocido.

Era la segunda noche en que sucedía. Teruki sabía ya de quién se trataba y su corazón se aceleró en estado de alerta. Aunque por un momento dudó, entendió que si no respondía pronto, el hombre se aparecería allí una vez más. Decidió contestar.

Deslizó el ícono verde y se llevó el teléfono a la oreja. No dijo nada, sólo esperó conteniendo la respiración.

- ¡Sí contestaste! - se alegró la voz al otro lado. Esta vez la reconoció como la de Shimazaki; se oía diferente por teléfono. - Temía que no lo hicieras. Parecías molesto la última vez.

Teru siguió escuchando en silencio, respirando lento y profundo, tratando de domar a la vez su miedo y su enojo.

- ¿Estás ahí?... - Shimazaki comenzó a sospechar de ese silencio. Quizá no estaba hablando con Teruki; quizá el chico, anticipando su llamada, le había dado el teléfono a alguien más, a alguien que pudiera traerle problemas, ¿a sus padres? ¿a la policía? - ¿Estoy... hablando con la persona que creo?... Creo que tendré que revisar -resolvió.

- Soy yo - se apresuró a decir Teruki, para evitar que de nuevo se apareciera allí.

- ¡Ah, ahí estás! Mmm... ¿Sabes?, a esta altura me da un poco de vergüenza preguntar esto, pero ¿cómo te llamas?

- ¿Ni siquiera sabes a quién estás llamando?

- Mmm, no recuerdo si nos presentaron. O si sólo se me olvidó tu nombre.

Teru dudó por un momento si contestar eso.

- Teruki - respondió secamente. No había necesidad de darle su nombre completo.

- Teruki - repitió Shimazaki a fin de acordarse. - Teruki... Te-ru-ki... tiene un sonido agradable.

- ¿Qué quieres? -lo cortó con brusquedad.

- ¿Ahora mismo? Se me antojaba un poco de aire fresco. ¿A tí no, Teruki?... Estoy en la azotea.

A Teru le tomó menos de un segundo entender lo que eso significaba. Saltó de la cama y se calzó una chaqueta encima del pijama.

- Abrígate si piensas salir, hace un poco de frío afuera... - continuaba la voz desde el teléfono olvidado en su cama, mientras salía.

Corrió escaleras arriba con la sangre hirviendo. Iba a pelear. No iba a permitir que lo molestara todas las noches, que lo aterrorizara en su propia casa. Iba a deshacerse de él ahí mismo y para siempre.

Abrió la puerta de golpe y salió a la azotea. Escaneó rápidamente la oscuridad, atento a cualquier movimiento, cualquier sonido. No estaba allí; la tranquilidad mundana de la noche sólo lo puso más alerta, temiendo una emboscada.

Dio unos pasos más.

- ¿Estás ahí? - llamó mirando los alrededores. Trató de sentir su aura, pero definitivamente no estaba cerca.

¿Qué era eso: una broma?, pensó. ¿Lo había hecho salir sólo para...?

Las alarmas de Teru volvieron a encenderse. ¡El departamento! ¡No estaba en la azotea: lo había hecho salir para meterse en el departamento! Bajó las escaleras como un bólido y entró a su departamento casi temiendo chocárselo al abrir la puerta.

Tampoco estaba allí, a simple vista. Revisó todas las habitaciones y regresó, preguntándose de qué se trataba todo eso. A Shimazaki sólo le tomaría un segundo entrar y salir. ¿Se habría llevado algo? Revisó sus pertenencias, tratando de descubrir si algo faltaba. Cada vez entendía menos y menos. Trató, una vez más, de localizarlo por su aura. ¡Sí estaba allí! ¡Justo arriba suyo, en la azotea! Pero apenas lo notó, desapareció.

Teruki miró con furia el teléfono sobre su cama. Lo tomó y buscó rápidamente la última llamada. "Número desconocido". No podía regresar la llamada y comenzar a gritarle. Echando humos, lo tiró a un lado y se acostó a tratar de dormir.

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