Capítulo 4

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— ..fire.... — se escuchaba una voz débil diciendo algo — ..safire..... — parecía que la voz se acercaba cada vez más — ¡Yosafire! — gritó Froze despertando así a su amiga.

— ¡Ah! — gritó Yosafire por el susto que le dio su amiga — ¿Eh? ¿Donde estamos? — le pregunto a su amiga un poco adolorida por la caída.

— No lo se — respondió

— Me alegra ver que todas estén bien, pero ¿Acaso está es una celda de prisión? — pregunto ya sabiendo la respuesta.

— Si — respondieron sus amigas al unísono.

— Nos van a matar — dijo Macarona lloriqueando.

— Hey, tal vez tengas razón — dijo una voz a través de los barrotes de la puerta.

— Eres lentes de sol — dijo Yosafire sorprendida — Eres muy raro — Yosafire miró con un poco de desagrado a Emalf.

— Yo no fui, Poemi quería jugar con ustedes — aclaró Emalf.

— ¿Jugar? Creo que esta bien jugar — dijo Yosafire sin pensar en lo que significaba.

— Para Poemi jugar es torturar, matar y comérselas — le explicó Emalf.

Todas las chicas se miraron horrorizadas al escuchar la definición de "jugar" para el demonio Poemi.

— ¿Donde estamos? — pregunto Yosafire.

— Este es nuestro inframundo — respondió Emalf.

— ¿Inframundo? — Yosafire no había escuchado jamás esa palabra ni mucho más sabía que era.

— Es donde viven los demonios — respondió incrédulo.

— ¡Tu malvado! ¡Déjanos salir! — exclamo Yosafire muy asustada.

Los dos se quedaron mirando durante unos muy largos segundos.

— Heh, eres muy linda — hizo una breve pausa para mirarla — ¿Sabes? Si fueras mi novia, quizás lo haga por ti — dijo en un tono con lujuria.

— ¡Imposible! Yo seré la novia de Froze — dijo un poco enojada y feliz por haberlo dicho.

— Como tú quieras, Poemi estará aquí pronto — dijo y se dio la vuelta.

Yosafire se volteó y vio como le susurraba Froze algo.

— Miente para que nos puedas sacar de aquí — dijo Froze enojada y un poco sonrojada por lo que había dicho su amiga.

Yosafire realmente no quería hacerlo pero si así podía ayudar a sus amigas entonces haría lo mejor que pudiera.

Regreso a los barrotes de la puerta y vio como Emalf casi desaparece de su vista.

— ¡Hey! ¡Espera! — gritó Yosafire para que se detenga. Emalf se volteó — Me retracto de haber dicho que no — Emalf sonrió — Realmente me gustaría ser tu novia — finalizó en un pequeño susurro.

Emalf se acercó lentamente a la puerta donde estaba apoyada Yosafire y la miró con una clara sonrisa.

— ¿Que dijiste? No te escuché bien — Emalf había escuchado perfectamente pero quería que la chica lo repitiera.

— Que si quiero ser tu novia — alzó el tono de voz bastante.

— Así me gusta — dijo Emalf con una gran sonrisa en su cara.

Emalf se metió la mano es el bolsillo de su chaqueta y saco una pequeña llave plateada. La puso en la cerradura de la puerta y la abrió lo más rápido que pudo, haciendo así que Yosafire cayera encima de él. Emalf agarro a Yosafire antes de que se resbalara y cerró la puerta poniéndole llave.

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