Capitulo 6

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Eran las 5:00 AM. Dormirme no estaba en mis planes, me aterraba. Asi que abrí completamente mis ojos, de par e par, me calze mis pantuflas de garras de oso, la bata y me dirige al lavabo.
Lave mi cara innumerables veces para ver si lograba que el frió del agua me ayudara a olvidar mi horrible sueño, lo cual no sucedió sin importar cuanto tratara, ese recuerdo entro en mi cabeza y junto con él, los peores momentos de mi vida, no me soltarían, no me dejarían ir porque no importa cuanto lo intentes no se puede escapar del pasado.
Llene la tina, agua tibia y sales, entré. Me relaje por segundo, mientras mi cuerpo entrabar en calor por el contacto del agua,hasta que esta toco mis recientes heridas en mi muñeca derecha. Mis cortes. Solté un chillido muy leve a comparación del dolor que sentí en esa milésima de segundo.
Salí instintivamente de la tina, me coloque la toalla por debajo de los brazos, mientras corría hacia el botiquín que estaba situado en mi habitación, bajo mi cama. Tomé unas vendas, desinfectante y me la coloqué. El ardor era mucho más fuerte que en el lavabo pero en segundos estaría mejor.
Me odie, en ese momento me odie. Me sentí mal por hacer lo que hacia, pero era lo único que me quedaba. Estaba sola. Nadie me comprendía.
Me coloque el vendaje y volví a la cama. Cerré mis ojos.

Me desperté gritando vez, teniendo el vivido recuerdo de lo que había soñado, lo que acompañaba a mi primer sueño, ibamos de la mano, venía a por mi y no lograba verlo. Me aterraba que volviese a pasarme. Me aterraba confiar en alguien otra vez.
Bonnie estaba junto a mi. Sostenía mi mano y repetía mi nombre una y otra vez. <Alli, Alli, Allison!> cada vez con mas fuerza. <¡¡Allison!!¡¡Allison!!>

Reaccioné.

-¿Qué ha pasado Alli? ¿estás bien? -me dijo, con la preocupación estampada en su rostro.
- sí sí, kaw.-usaba ese apodo suyo solo cuando lo necesitaba, y este, era uno de esos, necesitaba tranquilizarla. - Sólo ha sido un sueño. No tienes de que preocuparte- le dije aun con las manos temblando y la voz entrecortada.
Vaciló -¿Seguro estas bien?-
-¿Parece que tengo algún problema?-bromee. Sabia lo mucho que ella se preocupaba mucho por mi, aunque siendo ella la menor debería ser al revés.
No me creyó, pero aun así, me dio un último apretón de manos, se levantó de mi cama, dirigiéndose fuera de mi habitación.
La detuve.
-Ahh... Bonnie?
-Por supuesto- respondió con una leve sonrisa. Fue como si me hubiera leído los pensamientos. ¡Y así fue! Se acerco a mi lado, corrió la colcha y se recostó junto a mi hasta que caí dormida.
Al levantarme, Bonnie no estaba, aunque estaba contenta por que no había soñado por segunda vez. Aunque, pasados un par de minutos me di cuenta que no estaba todo bien, si! Habia sido un sueño! Pero tambien fue una recreacion de lo que paso. De como comenzó todo, de como me convertí en alguien que nisiquiera conozco. En alguien... Retraída, miedosa, desconfiada.... Suicida.

Me levante de la cama, me cambie mi vendaje y sobre él, coloque un lindo pañuelo floreado de tonalidades azules. Baje deprisa las escaleras y me dirije a desayunar.
Al entrar en la cocina Bonnie y mi tía, Alice, ya se encontraban ahí. Me senté en la mesa y me sirvi mis panqueques. Al instante mi tia, como era de esperarse preguntó:

-¿Estas mejor Alli? Digo... por la pesadilla de anoche- diablos, no quería hablar de ello- creí que habían terminado luego de tus citas al...-
-Pues no, no han acabado.- se que no merecía que le hablara de esa forma, pero era la única que accedió a salir de mi garganta.
No dije nada mas. Mi tia me observaba.
Lo que quedaba de desayuno, transcurrió un silencio. Por un momento quise levantarme e irme, pero si lo hacia, le daría una razón mas a mi tía para que se preocupara por mi. Estaba triste. Sola.
Note que mi cara me delataria.
Se que me habia visto, lo vi en sus ojos, aunque sabia bien dicimular todas sus acciones igual que yo. Mi hermana tenia una lastima que no podia disimular.

Termine mi desayuno habiendo comido cinco panqueques. Estaba completamente llena. No me gustaba.
Una vez... Había leído en un reporte escolar que comer demasiado, te hacia estar mas cansada, lo cual no quería. Ni necesitaba.
Además, no me sentía a gusto con mi cuerpo. Siempre había sido así, desde antes que mis padres murieran...
Me levanté, subi a mi abitacion a alistarme para en 30 min. salir al instituto.

Al entrar a mi cuarto, puse el cerrojo a mi puerta y me dirije al baño.
Me observaba frente al espejo, fijamente. No me reconocía. Era como si fuese una persona diferente. Pues lo era. Pero ni me reflejo me era familiar a estas alturas.
Sin pensarlo dos veces, coloque dos dedos en mi garganta.
  Me senti aliviada. Se que no era lo mejor, pero ayudaba. Al menos por un rato. Lave mis dientes, limpie todo el lavabo y volví a mirarme. Esta vez con menos remordimiento que antes.
Al salir del baño estaba Bonnie con sus ojos brillosos, esos hermosos ojos azules a punto de llorar, pero sin querer hacerlo. Debia de haber entrado por la puerta que conecta mi habitacion con la de ella, a estar la mia cerrada.
Me miró de reojo y una lágrima se escapo atravesando su rostro.
Fingiendo desinteres me marche. Dejando a mi hermana, parada estupefacta en la entrada de mi habitación.
Tome mis cosas y sali de casa.

Al llegar al instituto me encontre con Spencer , la mejor amiga de mi hermana desde.... Siempre. Tenia el cabello con rizos rubios. Dorado. Ojos marrones, enormes ojos marrones. Largas pestañas. Muy alta y delgada, al igual que mi hermana.
Desde que la conozco, me ha recordado a mi cuando tenia su edad. Independiente. Alegre. Despreocupada. Divertida.
Feliz.

-Hola Alison, ¿viste a Bonnie? Quedamos en vernos y no me contesta el telefono- dijo dándome golpesitos en el hombro.

- Hola Spenc, no... no la he visto desde que salí de casa. Pero si la veo le avisaré que la buscas-

-Gracias Ali, nos vemos-

Nos volvimos bastante unidas ella y yo cuando habia comenzado a salir con su hermano mayor. Hace tiempo. Él era exactamente como ella, pero mas grande. Y.. era hombre.
Estaba muy enamorada de él. Hasta que... Se convirto en parte de mi pasado junto con todo lo demas. No se si aun lo eh superado, solo se que jamas lo perdonaré. Y que no debo volver a enamorarme.
Mis clases se tornaron muy aburridas. A pesar de que me había propuesto a prestar atención. Cuando estaba tomando mi rumbo de regreso a casa, Matt se acercó a mi. Llevaba unos jeans con un gran buzo de Santa Cruz azul que resaltaba en todos los lugares por los que pasaba.
Me dedico una gran sonrisa, presumiendo su gran dentadura y a mi se me escapló una leve sonrisa.
Quince minutos después, estaba en su Jeep, sentada en la parte delantera del copiloto. Rumbo a, segun él, una asombrosa pizzería, la mejor que había probado en su vida.
Estuvimos hablando todo el almuerzo sobre temas escolares, entre ellos, nuestro trabajo en dúo.
Luego fuimosa caminar por el centro. Era una persona completamente maravillosa. Y no sabría explica como, sabia que hacer exactamente para hacerme reír en el momento preciso.
En el transcurso de nuestra caminata, pasamos por una joyeria: en el centro de la vidriera tenian un collar, era hermoso, llamo mi atencion al instante, tenia una luna de oro blanco en su centro. Matt insistió en en que me lo probase, aunque yo sabia que jamas podría comprar un collar así. Me lo probe.
<Te queda perfecto. Fue hecho para estar en tu cuello> repetía una y otra vez haciendome puchero para que me lo comprase.
Estaba apunto de llevarmelo. Sabiendo que tendria que trabajar mas de la mitad de mi vida para pagarlo. Hasta que pregunte cuanto costaba.
¡¡¡ Costaba una fortuna. !!!
No entendia como alguien podria comprarlo.
Por lo que no pude hacerlo mio.

Estaba frustrada. Por lo que le pedí a Matt que nos fueramos. Asintio tranquilamente, pero antes de irnos le dijo algo a la vendedora. No pude escuchar que era.
Salimos.

Luego de un rato de mas de caminatas. Por el parque, el centro... Matt me acompaño a casa.

Al despedirme de él, me beso en la mejilla, se que suena estúpido pero sentí un cosquilleo en mi panza. Como esas... Mariposas de las que todos hablan.
-Adios Ali- me dijo poniendo en marcha su jeep. Su voz era como un dardo tranquilizante.
Estoy muy segura de que él me gust.....
¡NO! ¡No sientes nada por él! Me repetia a mi misma dándome pequeños golpecitos en la cien. ¡Que te entre en la cabeza Alison. No!
Un instante luego, esa felicidad que sentia se convirtio en preocupacion, no quería que la historia se repitiera.
Entre a casa, despreocupada. Hasta que el silencio me saco la tranquilidad en un segundo.
Bonnie.
Seguramente le habria contado todo a mi tía. Todo lo ocurrido esta mañana.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2015 ⏰

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