Destino

Capitulo 5

Era el pleno medio día, mi padre había hecho su gran almuerzo de los jueves, pasta. Se esmeraba mucho en hacer la salsa que a mi y a mi hermana nos encantaba tanto la salsa blanca con champiniones para desviar la atencion de la clasica comida habitual.
No me gustaba que mi mama no estuviese para almorzar por culpa del trabajo, pero, ¿quien era yo para decirle algo? Después de todo ella y papa eran los que traian la comida a la mesa.
Bonnie estaba sentada a mi derecha, con su hermoso listón que recogia su cabello en una medio cola, lo llevaba habitualmente, pero se negaba a decirme porque, estaba usando ese bello vestido de flores que tanto me gustaba, mama se lo había regalado para su anterior cumpleaños. Papá estaba en la esquina, de camisa y corbata, comparado conmigo él era un hombre muy culto, formal. A su lado estaba guardado el lugar de mama para cuando volviese de trabajar, y como era de esperase, a su lado estaban los cubiertos, el plato y el vaso de Ian acompañados por una silla vacía. Acostumbraba llegar tarde y eso no era del agrado de nuestro padre.
Cuando terminamos de almorzar, papá retiro los platos y justo en ese momento Ian apareció en el comedor, recien levantando y lanzando muy bajo uno de sus comentarios sarcásticos al aire. Se sentó y en un instante estaba compartiendo el postre con nosotros. Mamá llego al instante. Estaba toda la familia reunida, y eso me encantaba. Me hacia sentir completa. Y no solo por los ñoquis de papá.
Recuerdo que hablamos mucho sobre todo, aunque no me resultaron de mucha importancia hasta que mi hermana menciono el moretón que llevaba estampado en la parte posterior a mi hombro derecho. Una gran tensión floto por toda la habitación

-Aliiii, que demonios le paso a tu brazo???? - dijo poniendo mi brazo a la vista de todos en la mesa
-ALI POR DIOS SANTO,COMO TE HA PASADO?- intervino mi madre siempre exagerando la situación
-Si Ali cariño, ¿Donde te haz hecho eso? -solto mi padre preso por la intriga del momento
Titubie. Estaba atrapada. Todas las miradas de la mesa se centraron en mi. Cuatro pares de ojos. Mirándome fijamente.
Quise hablar, pero las palabras no quisieron salir de mi boca, hasta que al fin conseguí decir
-Me caí de la cama al despertar, y al levantarme di mi hombro contra la mesilla de noche-dije tratando de sacarle importancia al asunto y sin que se notara preocupacion alguna- nada importante papá...- mentí.
Todos volvieron la mirada hacia sus platos. Tome mi manga y jale de ella hasta tapar mi gran golpe. Y me retire a mi cuarto a hacer algo que jamás creí que haría.

Desperté. Había estado soñando todo este tiempo. Agradecí a Dios haberme despertado. No podría haber vivido ni un segundo mas si eso continuaba, si el sueño o recuerdo o lo que sea, continuaba. Me fui de mi hogar para escapar de esos malditos meses, que comenzaron tan bien y terminaron dándole fin a una gran parte de mi vida. Yo creía que.. Mi cabeza era el único lugar donde estaba a salvo de esos vividos recuerdos, pero no. Y ahora, me asustaba volver a dormirme.