Capítulo 2: Firma

1.5K 113 47
                                    

Firma :

El primero en llegar a la oficina de los Everdeen fue Peeta.

-Mamá, ya estoy aquí ¿Qué sucede? - preguntó agitado,  mas no preocupado.

-Hijo, tenemos que esperar a que llegue otro de nuestros socios,  no debe tardar mucho.

Como si los hubieran llamado con el pensamiento, Gale y Katniss entraron por la puerta de la oficina cinco minutos después.  Cuando la castaña y el rubio se notaron se hizo visible el gesto de repugnancia del uno al otro.

-¿Qué hace él acá? -preguntó Katniss con un enojo visible.

-Nosotros lo llamamos - dijo Effie tratando de calmar a su hija.

-¿Para qué?- preguntó Peeta.

-Tenemos un trabajo para ustedes- habló Beetee.

-¿Un trabajo para... nosotros?- se podía ver la incertidumbre en la cara de Katniss- No entiendo papá- miró a Haymitch.

-Hija... creo que tienes entendido que los Mellark están pasando por un mal momento.... económico- Katniss asintió mientras que Peeta lo negaba en su mente, él seguía siendo rico, según él.  -Como su socio directo y mayoritario es mi deber ayudarle a financiar sus deudas.

-¿Y eso en que nos incluye?- preguntó Peeta aún sin entender. Wiress tomó la palabra.

-Hijo... si el señor Everdeen paga nuestras deudas será peor, no tendremos como pagarle después y es posible que ambos quedemos en bancarrota.

-¿Y como podemos ayudarlos?- preguntó Gale, el cual se había mantenido al márgen de la situacion.

-A través de un convenio.

-¿Un convenio?-preguntaron los tres menores al mismo tiempo.

-Si, un convenio. -explicó Haymitch. -dura un año, si se deshace antes del tiempo establecido no podemos hacer nada, tendrán que buscar otro prestamista.

-Papá, al grano.

-Hija... tú y el jóven Mellark deberán estar casados como mínimo por un año, a través de ti nosotros le prestaremos a ellos.

¿Han sentido estar dormidos, soñando que caminan por un valle, flores de miles de colores alrededor, y de pronto un abismo, caminamos sin conciencia de que ese abismo está allí,  y caemos, y despiertas desesperado porque de verdad pensabas que habías caido? Precisamente así se sentía Katniss.

Peeta lo vió de una manera distinta: me caso con ella pero no somos nada, nadie tiene por que saberlo, nadie sabrá que estamos casados.

-¿Qué? - preguntó Katniss.

-Es la única manera de ayudar a los Mellark hija.

-No mamá,  ¿Piensan que yo soy un trofeo? ¿Un cheque? Odio a ese rubio creído y no pienso casarme con él - dirigió su mirada a los padres Mellark. -lo siento señores,  pero su hijo no es moneda de oro.

-Claro, por que la niña es un diamante, ¿No? -preguntó Peeta dirigiéndose a Katniss.

-Soy más decente que tú,  eso juralo.

-¡Basta!-sentenció Wiress.- Katniss,  por favor,  se que mi hijo no es santo de tu devoción,  pero ayúdanos,  si quieres no tienes que comportarte como una esposa con él,  solo firma el convenio y sigue con tu vida, un año después se divorcian y listo.

La cara de una madre desesperada, Katniss y Gale la vieron muchas veces en la cara de Effie, es algo a lo que no puedes negarte.

-Okay, firmaré y me casaré con... ese - dirigió su mirada a Haymitch- dame el dichoso papel.

Haymitch sonrió satisfecho y sacó una hoja de papel de una carpeta azul.

Katniss firmó,  Peeta también.

-¿Cuando es la boda?- preguntó Peeta.

-Lo más pronto posible,  podría ser mañana mismo, solo busquen un testigo y ya.-dijo Beetee.

-Está bien- dijo Peeta- ¿Podrían dejarnos a mi futura esposa y a mí a solas un momento?-preguntó sonriente, Katniss rodó los ojos. Todos salieron de la oficina.

-Entonces...

-Mira Everdeen, me caes mal, y lo sabes- Katniss asintió pensando un "tu también a mí" - Pero se trata de mis padres. La vida sigue, yo tendré mis ligues y tú podrás seguirte revolcando con quien quieras.

-No seas estúpido, rubiecito. -lo miró a los ojos- no soy una zorra, no tengo necesidad de serlo, y si me disculpas, son casi las diez de la noche de un sábado y mañana es mi boda.- se dió media vuelta- y no se te olvide... si me haces la vida de cuadritos juro que para ti no será fácil tampoco - salió de la oficina dejando a Peeta con la palabra en la boca.

-Estúpida- susurró Peeta saliendo de la ofi ina también.

(...)

-¿Annie?

-Kat, estás viva, no he sabido nada de ti en todo el día

-Lo sé amiga, perdóname,  y perdón por llamarte a esta hora, pero necesito un favor.

-Soy toda oídos Katy Kat.

Respiró hondo, impacientando a su amiga.

-Mañana me caso.

-¡¿Qué?! ¿Cómo que vas a casarte y no me has dicho nada? ¿Estás loca Everdeen?- se escuchó como Annie trataba de tomar aire- Dime con quien te casas.

-¿Estás segura de que quieres saber?-preguntó Katniss mordiéndose el labio inferior.

-¡Everdeen!

-Peeta Mellark

-¿¡¿¡Qué?!?! Pero si yo lo vi hoy en el bar, y no estaba hablando de compromiso

-Annie, después te explico, necesito que seas mi testigo mañana en la notaría.

-¿A que hora es la boda?

-Creo que en la tarde.

-Me voy temprano a tu casa para que vayamos a comprar tu vestido y a arreglarte.

-Annie, no va a suceder, no estoy de acuerdo con esta boda.

-Sin excusas, mañana temprano a comprar vestido y a la peluquería,  Bye. -dijo cortando la llamada.

-Gracias- dijo Katniss al aire.

Miró a techo, las paredes,  recostó su cabeza en la almohada y cerró los ojos, tratando de dormir.

_____________________________________________________

Hola! Diculpen la tardanza, pero ya actualicé,  me ha costado. El jueves empiezo clases y me va a costar más actualizar.

Gracias a los comentarios, votos y leídos,  de verdad que gracias, me motivan a escribir.

Bueno, también escribo para decirles que estoy buscando actores para una nueva historia,  nada que ver con los juegos del hambre.

Tienen que ser:

-blanco, cabello casi negro y ojos azules. Hombre. Edad promedio de 20 años.

-blanco, cabello negro y ojos verdes, con piercings. Hombre. Edad promedio de 20 años.

-blanco, cabello negro y ojos café,  barba de candando. Hombre. Edad promedio de 20 años.

-blanco, cabello castaño y ojos avellana. Mujer. Edad promedio de 20 años.

Más adelante sabrán porque.

Este capítulo es cortito, pero es lo que da.

Nos vemos! Bye!

Matrimonio por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora