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Jungkook

-Yoongi, seguramente sean las hormonas, está en esa época -Namjoon intenta meterle razón en la cabeza mientras yo fumo escuchando la conversación de fondo.

Sería estúpido negar que estoy molesto

-Es la tercera vez que el director me llama por el mismo motivo -se cubre la cara con las manos-. Ya no sé cómo decírselo, ser padre de una adolescente es una puta mierda. ¡No me hace ni puto caso!

-Se lo diremos de buenas formas -Jimin interviene esta vez, sosegando el ambiente-. Jungkook me tienes que ayudar, ¿vale? Somin siempre te escucha más a ti.

Asiento serio, intentando no romperme la mandíbula de lo fuerte que estoy mordiendo, y deshaciéndome de la ceniza sobrante con elegantes toquecitos.

El día estaba yendo bien, hasta que Yoongi sacó el tema de siempre en el que su hija brilla como nadie: romper las normas del colegio.

Antes de que diga nada mi rayo personal de sol aparece por la puerta, alumbrando sobre toda la mierda mala de hace unos minutos.

-Papá, ¡estoy en casa! -su vocecilla cruza el umbral, sus ojos revoloteando de uno a otro.

Yoongi se levanta alterado del sofá, mientras que todos dejamos caer el brazo con el cigarrillo por detrás del respaldo del sofá fuera de la vista de su hija. Pero hay que tener un problema ocular serio para no ser consciente de la nube de humo sobre nosotros.

-¿Qué haces en casa tan pronto?, ¿te has saltado las clases otra vez? -Yoongi se para en frente de Somin reprochándole de una forma que crea silencio en el salón, los tres observando el panorama entre padre e hija.

-Eh...¿no? El profesor no ha venido, y no me iba a quedar allí sin hacer nada. Para eso me vengo a casa... -sisea lo último por lo bajo, y sube la mirada por el hombro de su padre, saludando a Jimin y a Namjoon, y luego regalándome una sonrisa solo a mí-. No sabía que había una convención de fumadores en el salón.

-Ve a tu habitación, es tiempo de adultos. Seguro que tienes deberes que hacer.

-Pero los tíos están aquí, siempre me dices que tengo que ser educada con las visitas -camina hacia el sofá donde estoy sentado, y me concentro en no mirar sus piernas descubiertas por la falda-. Hola, tío Jungkook.

Ni siquiera soy su tío de verdad

Importándole una mierda que lo vea, descubro el cigarrillo y le doy una fuerte calada en un intento de concienciarme que su padre está en frente y que no le debo mirar las piernas de esa forma.

-Joder, Kook -Yoongi sisea por lo bajo con mi acción, pero Somin sabe perfectamente que estábamos fumando. Su padre no puede protegerla de las malas influencias del instituto, por lo que lo extrapola a nosotros de forma radical.

Me parece utópico que pretenda que yo y mis pulmones negros sean una buena influencia en ella.

Somin se sienta sobre sus rodillas a mi lado, mirando el cigarrillo con persistencia.

-¿Ha ido bien tu día, Somin? -pregunto, y una sonrisa se apodera de mi cara cuando veo su cara redonda y perfecta, sus ojos brillantes estudiando mis labios alrededor de la boquilla.

Tiene debilidad por los hombres que fuman, soy perfectamente consciente de ello y tal vez por eso me relamo los labios de vez en cuando.

Abre la boca para contestar, pero no le da tiempo a hablar.

-Te has saltado las clases otra vez -sentencia Yoongi-. ¿Y sabes quién me ha vuelto a llamar? ¡El puto director! -sus palabras suenan desafiantes, y si Somin se altera esto se va a convertir en una pelea de leones.

Cigarettes after sex ; jjk [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora