Close.

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Stiles y Lydia no soportaban la incertidumbre que acompañaba a la tranquilidad entonces comenzaron a investigar; El padre de Allison le regaló a Lydia el bestiario de la familia Argent y otros libros escritos en latín que creyó podrían serle útiles; A Stiles por otro lado le regaló varias armas de su arsenal, las cuales quería dárselas a Scott pero sabía que este no las aceptaría. El sheriff al ver dichas armas enloqueció totalmente y las guardó en una bóveda de la estación de policía.

Lydia y Stiles comenzaron a tomar este asunto de leer los libros y el bestiario como algo con calma, lo comenzaron a hacer en los periodos libres y en algunas tardes, Lydia se encargaba de traducir el latín antiguo y Stiles de clasificarlo. Pero se dieron cuenta de que habían muchas criaturas allá afuera, el bestiario tenía literalmente miles de páginas y ni hablar de los otros libros gigantes, cada uno con miles y miles de criaturas, así que comenzaron a obsesionarse un poco con esto.

Stiles en parte se emocionaba ya que le gustaba aprender y eso le ayudaba a mantener su mente en cualquier cosa que no tuviera que ver con sus ya poco comunes pesadillas y el Nogitsune; mientras que Lydia tomaba esto más como una excusa, ya que no quería volver a casa a escuchar a su tía gritarle para que le ayudara a buscar sus lentes.

Ambos tenían sus razones pero no las compartían, solo se acomodaban durante horas en la habitación de Stiles a traducir gigantescos artículos y archivarlos en lo que a Stiles le gustaba llamar "Él temor de Darwin", título el cual le parecía gracioso a Lydia.

Pasaban mucho tiempo juntos, pero les había costado acostumbrarse en un principio. Lydia podía observar como Stiles se desviaba en sus pensamientos del Nogitsune y cuando esto ocurria Lydia mencionaba algo de la nueva colección de Prada para distraerlo y hacerle reír.

Hacía unas semanas estaban terminando uno de los libros que resaltaba la mitología nórdica y Lydia había encontrado algo muy interesante.

-Stiles, creo que deberías ver esto -Se giró y vio a Stiles tirado en la cama durmiendo profundamente rodeado de papeles, Lydia suspiró - Creo que puede esperar -Y cerró el libro.

En ese momento la puerta se abrió y el sheriff entró. Se quedó mirando a Stiles un rato y Lydia vio como las arrugas alrededor de sus ojos se pronunciaban más y sonreía por la graciosa posición en la que su hijo dormía, ella admiraba mucho al papá de Stiles, al cual últimamente se le veía menos cansado que de costumbre, todo debido a la gran tranquilidad de Beacon Hills.

-Emm, Lydia ¿Crees que podemos hablar un segundo? -Dijo el sheriff a la pelirroja sentada en el suelo que sostenía un gigantesco libro con un vikingo de portada.

-Claro -Dijo esta mientras soltó el libro.

Salieron al pasillo.

-Yo... Emm... Quería preguntarte ¿Cómo está él? -Dijo el sheriff mientras se sentía un poco incómodo.

Lydia lo miró un poco confundida.

-Ya sabes, tú eres una... Banshee ¿Cómo está mi hijo, en el sentido... sobrenatural?

-Él está bien Mr. Stilinski.

El sheriff sonrió no muy complacido y Lydia lo notó.

-Enserio, él está bien. Yo sé que usted está preocupado por si él sigue siendo el Nogitsune y eso, yo también he pensado en eso. Y digo esto no como Banshee (Porque creo que ya no lo soy) sino como Lydia, su amiga. Él está bien. -Exclamó Lydia tratando de calmar al padre de Stiles.

-Sí, pero él...

-Yo creo que todavía quedan partes del Nogitsune en él. No es algo que pueda desaparecer de la noche a la mañana, pero no es algo malo. Stiles tiene a Scott, a Kira, a Malia, lo tiene a usted y a mí, no está solo. No tiene que seguir luchando en esto él solo.

El sheriff lucía complacido, de verdad le agradaba Lydia. Aún recordaba cuando su hijo estaba en tercer grado y llegaba hablando emocionado sobre una chica en la escuela llamada Lydia Martin que le gustaba mucho. Lydia siempre había sido la única chica sobre la que Stiles había hablado y el Sheriff había llegado a pensar que Stiles jamás tendría una oportunidad con ella y que solo era una especie de enamoramiento adolescente, pero al parecer el tema de los lobos y lo sobrenatural los había unido y había hecho que Lydia apreciara a Stiles. Y desde que ellos dos estaban haciendo este tipo de investigación, Stiles había dejado de tener pesadillas.

-Gracias Lydia.

-De nada sheriff -Dijo sonriente la chica de la minifalda y los tacones.

-Si quieres puedo llevarte a casa, tu tía debe de estar preocupada.

-Ahh, si no le molesta quiero terminar de traducir unas páginas para mañana -Era una excusa para no volver a casa, el sheriff lo comprendió y sonrió.

-Eres más que bienvenida, déjame te traigo unas mantas.

When i'm gone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora