Loud.

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Y así había seguido por muchos días más. Se había vuelto en una rutina para los dos. Iban a la escuela, en los periodos libres hacían sus deberes, luego de la escuela Stiles iba a la casa de Scott para encontrarse a su madre diciéndole que Scott no se encontraba, o no estaba de humor, o simplemente estaba dormido, por lo tanto Stiles no podía verlo. Se sentía profundamente culpable, ya que de no ser por el Nogitsune y los Oni, Allison no hubiera muerto. Stiles le había comentado esto a Lydia pero ella le insistía en que no era su culpa, no era la culpa de nadie. Por otro lado, Lydia después de la escuela iba al centro comercial, compraba algo bonito para Allison o para Aiden, o solamente caminaba por todas las tiendas perdida en sus pensamientos mientras las vendedoras le hablaban de la nueva colonia de Channel. Luego de ir al centro comercial iba al cementerio y se quedaba horas allí o solo segundos. Para luego, sin ni siquiera quererlo terminar en la casa de Stiles. Los dos investigaban hasta la madrugada y se quedaban dormidos.

La primera noche en que Lydia se quedó dormida Stiles la acomodó en la cama y él durmió en su sillón puff. Lydia al despertar se sintió apenada.

Entonces las noches siguientes estuvo durmiendo en la habitación de huéspedes, claro que no dormía allí todas las noches. Le parecía abusar de la hospitalidad de Stiles y su padre, entonces en muchas ocasiones tenía que regresar a su casa para encontrarse con su tía tejiendo y alguna postal en la cocina de parte de su madre diciendo algo así: "Hola cariño, espero que esté todo bien en Beacon Hills, ¡Nueva York es sorprendente! Te extraño mucho. Besos, mamá"

Le gustaba mucho dormir en la casa de Stiles, le gustaba oír los ronquidos de éste en la habitación de al lado, le gustaba escuchar a Stiles quejarse en la mañana porque ella tardaba mucho en el baño, le gustaba el desayuno que el sheriff preparaba en la mañana. Le gustaba sentirse en familia, eso era todo. Desde qué sus padres se separaron nunca se sintió bien alrededor de otras personas en una misma casa.

Un día estaba teniendo un sueño un poco extraño, según lo que recordaría después eran ella y una pequeña niña caminando sobre un muelle, sólo eso. La niña traía un par de coletas en su cabello rubio y un vestido lila. La niña parecía estar hablando porque movía sus labios pero Lydia no podía oírla o simplemente no recordaba.

Estaba teniendo este sueño cuando un grito la despertó. Se levantó inmediatamente y su corazón comenzó a latir a toda prisa, al principio no supo de qué se trataba cuando reaccionó y se dio cuenta que los gritos provenían de la habitación de Stiles, el que estaba gritando era él.

Se levantó y corrió hacia su habitación, al entrar se encontró con el chico dormido gritando a todo pulmón y sudando.

Lydia no sabía que hacer, estaba muy asustada. Se suponía que el no había tenido esos sueños de nuevo, se suponía que todo se había acabado.

¿Qué debía hacer? ¿Despertarlo?.

Trató de hacerlo, comenzó sacudiéndolo suavemente, luego un poco más brusco, intentó gritarle y darle suaves cachetadas, pero lo único que despertaba era su desesperación.

El padre de Stiles llegó a la habitación y tenía una mirada que Lydia reconoció, "otra vez no" decía esta.

Al final el chico sólo abrió sus ojos y se encontró con Lydia y su padre mirándolo muy preocupados.

Se murió de la vergüenza en su interior, no le gustaba preocupar a las personas y ya ni siquiera recordaba qué había soñado.

Lydia tomó su mano y lo miró con sus dulces ojos verdes.

-¿Estás... bien? -Preguntó la chica.

-Sí, sólo... Sólo fue un tonto sueño -Fue lo único que pudo responder.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2014 ⏰

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