Las luces de las patrullas, junto con la estática de los radios consiguieron confundir a SeungRi mientras intentaba abrirse paso entre las personas que se amontonaban con la única intención de pescar cualquier tipo de información. Frunció el ceño mientras veía cómo uno de los oficiales le prohibía el paso, y mientras trataba de explicar que conocía a la víctima, sus ojos encontraron la mirada de su mejor amigo.
Desde ese momento todo pareció transcurrir de manera errónea. Se sentía como un vacío que comenzaba a tragar todo a su paso, como una especie de agujero negro. Ni siquiera estaba cerca de Ji Yong, pero, tenía la certeza de sentir un enorme grado de incertidumbre. Todo en lo que podía pensar era en que algo se había iniciado. No estaba seguro del qué, pero así era.
Cuando finalmente convenció a uno de los oficiales para que lo dejasen pasar, literalmente corrió en dirección a la ambulancia en donde estaba el mayor, teniendo una ligera manta sobre los hombros y algo empuñado fuertemente entre las manos. Sentándose a su costado, se dedicó a observarlo, sin decir absolutamente nada, esperando a que fuese el mayor quién hablase cuando estuviera listo.
—Ella no era una cobarde...— pronunció varios minutos después. Mirándole directamente, SeungRi frunció el ceño mientras se percataba de la expresión furibunda que tenía su mejor amigo. Sintiéndose inquieto, decidió no decir nada— Ella soportó toda la mierda de mi padre por más de dos décadas, y nunca bajó la cabeza. Ella jamás hubiese tomado este camino. Mi madre era una dama, una verdadera reina. — cerró los ojos con fuerza mientras todo el peso de lo acontecido caía como una lápida sobre sus hombros —Nunca fue una cobarde.
—¿Ji Yong? — murmuró el menor, sintiéndose verdaderamente confundido. Perdido.
—Ella no lo hizo...— pronunció, con toda la certeza del mundo.
Estando a punto de replicar, el menor se vio interrumpido por uno de los detectives que habían tomado el caso. Alto y con una constitución casi desgarbada, el hombre llevaba una barba incipiente y parecía no haber dormido en un par de días. A pesar de eso, parecía dispuesto a hacer bien su trabajo. Pidió unos minutos con su mejor amigo. Asintiendo, les dio algo de espacio mientras recuperaba su teléfono móvil del bolsillo trasero de sus pantalones y marcaba el número de Young Bae; necesitaba localizar a Seung Hyun, y dado el hecho de que no tenía la menor idea de cómo, estaba seguro de que su pareja sabría cómo hacerlo. Sin embargo, para su mala suerte, el idiota no respondió.
Fueron largos minutos los que pasaron mientras el detective interrogaba a su mejor amigo, recibiendo simplemente algunos monosílabos en respuesta, además de oraciones escuetas que, incluso él, se dio cuenta que no servirán de nada para la investigación. Resignado y frustrado a niveles iguales, el detective simplemente asintió antes de marcharse luego de una corta despedida y un tenso agradecimiento.
—Te llevaré a casa...— decidió el ojeroso, notando cómo el mayor ni siquiera se dignó a mirarlo— Vamos.
—Gracias, pero no. No quiero ir a casa.
—Debes descansar un poco. — intentó persuadirle, sin embargo, debía ser sincero y aceptar cuán testarudo es el castaño por lo que, sin siquiera insistir demasiado, suspiró resignado— ¿A dónde irás?
—Necesito arreglar un par de asuntos. — sonrió forzadamente— ¿Te importa si te llamo después?
Sin esperar una verdadera respuesta, el mayor simplemente se marchó, luciendo completamente enajenado al asunto. SeungRi no tenía idea de lo que pasaba por la mente de su mejor amigo en esos momentos, sin embargo, de lo que sí estaba era que, en definitiva, algo se rompió en su mejor amigo.
*****
Seung Hyun ni siquiera había podido probar bocado luego de ese maldito día de mierda. Cansado y sin ganas de nada, llevó el plato sin tocar al fregadero y simplemente lo dejó allí. Caminando sin ganas, consiguió salir al balcón luego de recuperar una cajetilla de cigarrillos del fondo del cajón de la cocina. No era muy propenso a fumar, sin embargo, estaba seguro de que esa noche en verdad lo necesita.
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AMOR POR CATÁLOGO
RomanceTodos tienen un precio. Es cuestión de que alguien llegue a él. Sí, todo gira alrededor del dinero o al menos eso pensaba hasta que lo conoció a él. REGLAS EN LA DESCRIPCIÓN DEL PERFIL La historia se encuentra registrada bajo el siguiente código de...