Soy un Lucario: La vida de un pokémon

Capitulo 14: Barco fantasma parte C

Penumbra se ubicaba en la popa de la gran embarcación observando estando sentada a centímetros del pasamano, con sus pupilas rodeadas por un bello color marrón rojizo solo podían observar un mar infinito en todas direcciones, se queda tiesa recordando el pasado mientras admira todo el volumen de la masa de agua en todo su esplendor.

Una pequeña Absol que solía jugar con su madre, había nacido en una mana por lo que entre todos se ayudaban, pero un fatídico día los Mightyena decidieron atacar a sus rivales debido a que en su territorio de había agotado el alimento. Una sanguinaria guerra de desato entre los dos bandos de tipo siniestro, la madre de penumbra sujeta con su hocico a su hija para llevarse esperando escapar de la brutal batalla, pero fueron acorraladas por desgracia por una banda de Mightyenas pero antes la pequeña tipo siniestro logra refugiarse en una pequeña cueva que ofrecía una gran roca a mitad del campo, el lugar favorito de penumbra cuando lo encontró se fascino de sobremanera al dejar volar allí su imaginación pero ahora ante la gran amenaza todo parecía tan aterrador.

— ¡Por que nos hacen eso! ¿Qué no se acuerdan que habíamos pactados nuestros territorios en el pasado? —La madre Absol con su mirada de enojo se preparara para atacar.

—Jajaja, ya no hay comida en nuestro territorio, solo es supervivencia —vocifera uno de ellos.

—Sí, nos morimos de hambres ¿Qué esperabas? — La empiezan a formar un círculo alrededor de su víctima.

—No es nada personal, pero los debemos destruir para prevalecer —todos los Mightyenas se sincronizan para proceder al mismo tiempo.

—La ley de la vida. Los débiles sucumben ante los más aptos ¡La ley del más fuerte! —En consecuencia todos los tipos siniestro atacan.

El combate fue muy rápido y aunque la madre de Penumbra durante una par de docenas de segundos se defiende bien de todos sus agresores, más que nada por el hecho de que era superara en gran número es que termina siendo debilitada casi en un abrir y cerrar de ojos. La pequeña cría de Absol asustada mirando por la entrada cuidando que no la vieran, como esos despreciables tipos siniestros encajaban sus colmillos por todo el cuerpo de su madre, la pokémon catástrofe no podía hacer nada más que ver como uno de ellos le daba un fuerte mordisco en su cuello. Después esos pokémon asesinos solo se marchan dejando el cadáver de la Absol allí a la vista de todos.

De regreso en la realidad. Se le acumulan las lágrimas a Penumbra en sus entristecidos ojos, una vez que termina de recordar empieza a llorar a cantaros y sollozar sin control. Luego de perder a su progenitora a tan corta edad, la vida le fue muy dura, paso hambrunas y peligro por doquier, tuvo que alejarse de todo el territorio Mighyena si quería seguir existiendo, de estar feliz un día jugando sin ninguna preocupación al otro tenía que aprender ¡y rápido! A sobrevivir y por su cuenta. Lamentablemente literal estuvo al borde de la muerte... La depresión se apodera de penumbra, los brazos de la oscuridad la tenían bien sujetada a tal punto de que cada átomo de su cuerpo sufría la intromisión de las tinieblas y fomentando una única salida a tan profundo dolor: el suicidio.

Un miedoso Breloom había aparecido de repente en el barco de las tinieblas, temeroso y temblando por todo su cuerpo empieza a investigar por todas las habitaciones que se localizaban en un pasillo secundario muy escondido y casi aislado del resto del sistema de movilidad en toda la embarcación.

—¿Hay alguien allí? —En eso al mirar dentro de un de los cuarto ve objetos flotando en el aire— ¡Aaaah este lugar está encantado por Gardevoir! —Espantado por lo que vio correr a toda velocidad.

Laguna y Esmeralda habían estado divagando por todo el barco y como aparecieron en lugares cercanos finalmente se cruzaron los caminos por lo que acuerdan seguir investigando juntas. En eso la pokémon coraza férrea investiga mirando por pertas, ventanas y cajones mientras que la tipoagua-hada se pone a buscar levantando cualquier cosa irrelevante para la trama que estuviera tirado en el piso.