Capitulo 41: Golpea, vuela y Esquiva parte B

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Entonces ambos ataques colisionan de forma brutal solo para no ser suficiente para ninguno de los dos; los rivales no resisten la onda de choque de esa colisión y son expulsados en direcciones contrarias, el Zoroark termina en el departamento de electrónica y una televisión de pantalla plana le cae encima mientras que el Feraligatr acaba en la zona de panadería y una montaña de pan golpean su cabeza.

—No pues —se come una dona— malvado mi debilitad ¡que no ves que estoy a dieta!

Edgar no ve a su adversario por ningún lado, siente algo de preocupación pero no le da más rollo al asunto, se levanta del montículo de pan en el que se encuentra y sale de la panadería solo para regresar nuevamente pero esta vez se golpea contra la pared.

—Que golpazo —varios azulejos se quiebran. Sigue sin verlo— vamos Rodolfo no puedes ocultarte para siempre.

—No pretendo hacerlo —el tipo siniestro-fuego se mueve a gran velocidad— ¡toma esto!

El lacayo de Palkia apenas nota la cercanía de su adversario antes de sentir un tremendo golpe en el estómago; ya que este se mueve a velocidades increíble. Luego de un segundo a otro ve como ahora se encuentra contra el suelo

—bien ya estuvo buen —Edgar se enoja.

El tipo agua-dragón intenta con toda su furia golpea a su oponente pero este lo esquiva con mucha facilidad, después lo arroja hacia los exhibidores de pan; el Feraligatr queda atrapado entre toda la madera que hay para mostrar la bollería además de estar s espalda lleno de glaseado.

—No te muevas —sentencia el tipo siniestro-fuego.

—No lo puedo creer —el pokémon fauces por fin logra contemplarlo.

Rodolfo ahora en su forma completa desprende de su cabellera un fuego inmenso, al igual que su aura que desprende una energía inimaginable, sus ojos arden de coraje y de sus garras desprende un humo apenas visible que demuestra que es donde concentra su calor.

A continuación el lacayo de Giratina con mucha voluntad desde sus extremidades superiores genera un fuego que se extiende hasta el suelo con varios metros de longitud: para crear su nuevo ataque.

—Veamos si esto es de tu agrado —es lo que dice el disfrazorro— ¡látigos infernales!

Enseguida el tipo siniestro-fuego utiliza su nuevo ataque para agredir a su adversario que sin poder hacer más utiliza Cascada para salir de esa situación tan precaria y además aguantar ese tremendo golpe que venía hacia este.

—Oye ¿no te han dicho que si juegas con fuego te quemas? —sujeta uno de sus látigos de fuego— ¿acaso crees que me vas a ganar con tus listones de colores? —se burla el lacayo de Palkia.

—Esa es la idea —sentencia Rodolfo con mucha frialdad.

Acto seguido con su otro látigo de fuego golpea brutalmente a su rival que del dolor suelta el otro látigo que es aprovechado por su usuario y con ambos látigos de fuego agrede a su contrincante con tal potencia que todos los exhibidores de madera que están amontonados contra la pared son destruidos además de prender en fuego: Feraligatr empieza quemarse mientras se recupera de ese tremendo golpe.

Norberto intenta golpear a su contrincante con sus Cuchillas de oro al dar tal tremendo salto hacia su oponente pero este lo esquiva con la ayuda de su Velocidad extrema, azotando el suelo lunar con una energía brutal; todas las grietas existentes en todo el satélite natural se agravan y empiezan a ser visibles a simple vista.

—Carajo no logre darle —comenta el pokémon aura con mucha frustración

—Mira Norberto no lograras vencerme, soy el pokemon más poderoso de todos —presumen el tipo dragón-volador— además solo he estado jugando contigo todo este tiempo.

Soy un Lucario: La vida de un pokémonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora