VIVIR O MORIR

CAPITULO 2.

Mi cara esta empapada de sudor, mis manos están heladas y frente a mí la doctora que me aplico el calmante, está en el sofá dormida, veo el reloj que está en la mesita de noche son las 3:47 am, estamos de madrugada, por lo viso la doctora esta de turno me lo dicen sus notables ojera, ella descansa tan plácidamente que mejor no la voy a despertar se ha portado tan bien conmigo sin conocerme que  lo menos que puedo hacer es dejarla descansar, me dedico a observar cada detalle de ella su bata  blanca esta manchada en las magas, veo su gafete el cual dice Doctora Courtney Johnson Neurocirujana, tiene un estetoscopio alrededor de su cuello y muchas cosas pero mejor no sigo en eso por el enorme dolor de cabeza que me está dando en estos momentos, me coloco de lado y miro hacia la ventana, me pierdo en el ruido de los carros que aún están en movimiento y de una que otra persona que aun esta despierta en esta fría madrugada, me arropo en las mantas y dejo que pasen las horas.

<<Doctora Courtney Johnson presentarse a sala de emergencias>>

<<Doctora Courtney Johnson presentarse a sala de emergencias>>

Se escucha por el altavoz.

Miro el reloj marca las 5:45 am.

Doctora Johnson despierte:

-¿Que pasa cariño?, me quede dormida en tu habitación cuanto lo siento.

Oh no se preocupe, la están llamando por el parlante dicen que se presente de inmediato a la sala de emergencias.

_Oh rayos, bueno cariño gracias por despertarme, regreso en cuanto me desocupe, mientras tanto descansa.

Por favor no se demore.

-No, no te preocupes además tengo que hablar contigo, duerme un poco.

Me dio un beso en la frente y se marchó.

¿Qué hago mientras la espero? , bueno hay un televisor en esta habitación lo prendo, en realidad a estas horas no hay nada bueno en la TV, no es posible que más de 100 canales y todos tengan contenido sin sentido, ni siquiera hay nada en KIDS; así paso el tiempo cambiando de canal cada 5 minutos, hasta que la enfermera plástica entra con mi desayuno, lo deja sobre mis piernas y se marcha de inmediato, no puede ni siquiera mirarme a los ojos, genial soy superior pienso.

Cuanta hambre tengo, pero lo que veo no me agrada para nada, arroz blanco y menestra sin sal, agua de anís sin azúcar y gelatina, bueno esta sí parece tener algo de sabor; aparto todo lo demás y voy por el postre que es lo único apetecible en esa bandeja.

-¡¡Te gustan los dulces!! Bueno prometo traerte algo luego, por lo visto no me apeteció el desayuno completo.

Oh Doctora Johnson, está aquí, la gelatina es lo único que se me apeteció, disculpe.

-Cariño no tienes por qué disculparte, en realidad la comida de hospital es pésima, hasta yo salgo a comer fuera cuando estoy de turno. Y dime como amaneciste, ya te sientes más tranquila ¿Quieres que platiquemos?

Gracias por preguntar, si dormí bien, eso creo, aunque esta cama está muy dura y sonrió.

Bueno Doctora Johnson tengo muchas preguntas y me gustaría que usted me aclare algunas, claro si tiene tiempo.

-Tiempo, soy Doctora cariño, y hago que me alcance tiempo para todo.

Y dime que preguntas tienes para mí. Pero recuerda haz las preguntas correctas.

Mil preguntas cruzan por mi mente, y cuales son las correctas, temo que las respuestas no me van a gustar pero en el laberinto que estoy solo me queda confiar en ella; ¿Qué paso? Fue lo primero que pienso que es coherente preguntar.