Confesión

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- Oppa vamos al parque?!- Ahra seguía insistiéndole en querer salir pero si por el fuera ni siquiera se levantaría de la cama, la verdad es que tampoco le apetecía jugar con uno de sus videojuegos y la comida que tanto ama de su mamá no le apetecía en esos momentos

- Quizás después

- Pero eso dijiste cuando te pedí jugar conmigo con los videojuegos, que te pasa Oppa? Estas triste?

- Estoy bien- intento sonreírle para convencerla y que saliera de su cuarto, pero su hermana solo se había subido a la cama y le había tocado la frente como buscando que tuviera fiebre

- Estas triste porque Yesung Oppa no está?- Kyuhyun bajo la mirada y con suavidad bajo a su hermana de la cama para que le dejara solo un tiempo

- Solo quiero estar solo un tiempo, estoy bien traviesa

- Si Oppa quiere te presto mi muñeco, el me anima cuando estoy sola o triste

- Gracias- le sonrió acariciándole el cabello y viendo después como su hermana se iba de su alcoba finalmente

Agobiado se dejó caer en la cama y cerró los ojos dejando que el sueño intentara apoderarse de él, pero por más que lo intentaba este parecía no querer llegar, desde hacía varios días que había llegado a su casa por temas de vacaciones. Pero a pesar de querer distraer su mente y pensar en otras cosas, por más que intentaba de nuevo hacer las cosas que siempre hacia y compartir esas festividades con su familia. El ánimo no llegaba

Solo lograba recordar cada uno de esos días en los que Yesung estuvo a su lado, su sonrisa, su voz, cada palabra que era dirigida para él, sus besos, sus caricias. Lo amaba demasiado y no solo su cuerpo empezaba a necesitarle, su alma le pedía a gritos tan solo ver por unos segundos a su hyung

Bien podría llamarle y reunirse con él, pero cada vez que miraba el número de Yesung en su celular se quedaba pensando en todo lo que había vivido en el internado y que por más que se esforzara, el corazón de Yesung ya pertenecía a Donghae y nada haría que fuera de otra manera. Como si se tratara de un adivino, su celular empezó a sonar y en este se vio reflejado el nombre de Yesung

- Hyung?

- Dongsaeng- le escucho decir y su corazón latió agitado al finalmente escuchar esa voz después de tanto tiempo- ya me estaba empezando a hacer falta escucharte Kyu- una sonrisa se posó en sus labios y una pequeña esperanza se formó dentro de si- como has estado? Tu familia ya decoro todo para las fiestas?

- Ellos son unos aficionados- le respondió intentado no tartamudear- prepararan unas galletas mañana y supongo que empezaran a repartirlas a los vecinos, ya es como una tradición familiar

- Me alegra mucho

- Y tu... como has estado?

- Las cosas aquí bien- a pesar de decir aquello le había escuchado suspirar- nada cambia, creo yo

- Y tú hermano?

- Se ha quedado estos días en casa de su novio, mis papás adoran a Eunhyuk creen que puede ser buena influencia para Donghae... ayer le invitaron a cenar y el chico me agrado, se nota que quiere mucho a mi dongsaeng

- Y estas bien con eso?

- Debo estarlo Kyu

Hablaron casi una hora de cada cosa que habían hecho, de lo mucho que extrañaban sus conversaciones y una que otra broma por parte de Kyuhyun solo para poder escuchar a Yesung reír al otro lado del teléfono. Cuando colgó la llamada se sintió mucho mejor y una sonrisa se posó en sus labios cuando vio la foto que tenía como fondo de pantalla, Yesung había estado leyendo casi todo el día y aburrido se puso a tomarle fotos para molestarle. Al final le había obligado a que las borrara pero se había quedado con una, le encantaba como se veía allí

Mi amor por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora