🌹ⵎмuиdо dе нisтояiаs #Сoмраs...🌹

>El Chico De Las Humitas<

Spartor~

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Sparta

Día viernes. Último día de la semana escolar, alegría por que se viene los días de descanso, tristeza porque se repetirá de nuevo el ciclo escolar y yo como todo vago viviendo de manera cool y desastrosa, mentira, viviendo con nervios a cada rato si pase con buenas calificaciones o malas ya que de eso depende de mi futuro y además de que mi querida madre no me castigue, ella pone unos castigos que ni siquiera aguanto por dos horas, basicamente es quitarme el celular, los chicos de hoy en día, incluyéndome, no viven sin eso, no viven sin el innovador aparato tecnológico llamado teléfono inteligente o mejor denominado por todos nosotros, celular.

Era hora de recreo y me dirigí hacia el pasillo de los baños para despejarme un rato y hablar conmigo mismo, lo necesitaba.

–Muy bien Sparta, ten fé en ti mismo, tu sabes que te has sacado un diez y merecido ¿Por qué? Porque estudiaste demasiado toda la madrugada y no dormiste ni bien tus hermosas horas de sueño reparador, así que enorgullecete de tu acto de valentía ya que tu mamá no te descubrió porque sino te daba con la chancla, eres especial y se que pudiste lograrlo campeón –me dije a mi mismo frente a un espejo de los baños del colegio, los apestosos baños del colegio, que puto asco, tenemos conserje y ni mierda limpia los baños, solo lo hace una vez a la semana, que se cree ¿Qué nosotros lo haremos? No señorito así no, además la culpa no solo la tiene él, sino también los niños que andan con mal de estómago y los rebeldes, y no solo de ellos también, la señora Juana es responsable de todo el ciclo, su comida es horrible y con razón les hace dar diarrea a los muchachos, una vez me dio a mi. Seguí mirandome en el espejo, este estaba muy pero muy sucio pero al menos alcanzaba a ver mi hermoso rostro hecho por mismísimos dioses Olímpicos–. Se que me saqué un diez, o por lo menos un nueve, posiblemente un ocho, si a de ser un ocho –ahora mis ánimos se esfumaron, ciertamente no soy muy bueno en Matemáticas, la materia que me da paja pensar, osea de que sirve las ecuaciones o los casos de factorización en la vida, yo quiero ser un actor famoso no un profesor de Matemática soportando a chamacos pendejos, espera yo soy uno. Fuck.

Escuché el timbre sonar con su típico sonido de "ring" dando por resultado que concluía el receso de modo que ya toca las clases.

–Ostia ya me toca la clases de Matemática. Virgencita María, sálvame de que por lo menos me saque un siete, seré buen chico de ahora en adelante, te lo prometo pero please, sálvame de esta y bueno también de muchas otras –y sin más me enjuague un poco la cara para ir directo a clases.

Salí del baño y corrí lo más rápido que pude, no tengo que tardar en las horas de Matemática ya que el profesor nos saca al pizarrón adelante a que resolvamos ecuaciones y la verdad no es bonito, ya lo he experimentado y no lo quiero volver a experimentar, aún me acuerdo ni que bien llegaba al pizarrón y ya me caí, sufrí muchas burlas pero me vale, ya estoy acostumbrado a esta vida escolar.

–¡Ya llegue! –abrí la puerta de golpe dándome cuenta que era la hora de Sociales, no de Matemática, un segundo ¡No traje los libros de Sociales!
Estoy muerto.

–Joven Andrés ¿Se va a sentar de una vez o se quedará parado ahí escuchando mis clases? –oh, ahora que lo recuerdo, la profesora Carla era peor que el de Matemática, maldición, hice mal los cálculos de quien era peor.

–Si ya voy a mi asiento profesora y disculpe por la tardanza –me fui directito a mi asiento el cual estaba a lado de mi gran compañero, mi best friend el mapache enfermo, llevo días diciendole así por joda, el pendejo había hablado sobre mapaches un día en el receso y sumandole que estaba enfermo debí y necesitaba llamarle así, no me arrepiento de nada.