Un pavo real

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Entre una cosas y otras, Petra llegó casi una hora tarde a su puesto en el Arrecife de Vesta, pero nadie le pregunto nada.

A primera hora no vinieron muchos guardianes, por lo que sus ayudantes pudieron atenderlos sin problemas y si alguno se ponía pesado lo mandaban con Variks, quien en unos minutos espachaba con una gran "sonrisa".

Petra todavía no había resultó la duda que antes le tuvo en el taxí, pero ahora tenía centrarse en su trabajo que, por lo que intuía, iba a ser muy movido....y acertó.

Cuando habían pasado unos escasos 15 minutos, por la gran puerta que hay entre el puesto de Variks y el de los discípulos de Osiris, salió un comandante de la armada real muy joven seguido por cuatro guardias.

Iba caminando con la cabeza muy alta y apestaba a colonia de orgullo, paso de saludar a Variks pues despreciaba a los caídos, yendo directamente donde estaba Petra.

Subió los escalones parandose casi a la mitad de la plataforma, mientras sus hombres lo hicieron un paso detrás de el, quería que todos viesen como la destrozada.

- Petra, tengo que hablar contigo de un tema del que me ha informado mis informadores  -  soltó en un tono de desprecio.

Nada más verle, Petra ya intuyo a lo que venía, sabía que sus enemigos no tardarian mucho en mandar a un peon.

- ¿ Qué tus informadores te han informado?. -

Bromeó ella:

- Pensaban que se dedicaban a limpiar tus botas, que gran avance.-

- Es importante. -

- Mi trabajo tambien, dame unos segundos para que atienda a este guardián.-

- ¡¡¡ Ya !!! - grito.

- Si quieres  conservar tu lengua...esperaras - contestó con una voz amenazadoramente tranquila.

El joven comandante pensó que era un farol, pero cuando vio como los otros cuatro guardianes que hacían cola, le lanzaron una mirada de aviso decidió esperar.

Petra no atendió sólo a esos cuatro guardianes, sino a otros 15 más hasta que decidió acercarse a hablar con el.

- Has llegado tarde - le recriminó en cuanto se llegó.

- Buenos días,  ¿ cómo estas comandante.. .? - intento ser educada Petra.

- Eso a ti no te importa. -

Se hizo el duro :

- Lo único importante es que tu has llegado más de una hora  tarde. -

- Soy la Ira de la Reina y si las circunstancias lo requieren, puedo ausentarme de mi puesto todo el tiempo que lo desee....ademas han sido sólo 52 minutos. -

- Ya.....y abrirse de piernas para un guardián es una de ellas, ¿ no? - se mofo de ella escupiendo al suelo.

- Segundo aviso - se mantuvo firme Petra entrelazando sus brazos.

El confiado comandante, hizo una señal con su mano y los cuatro guardias que le seguían, dieron un paso al frente pegándose a su sombra.

Petra se limitó a sonreir y a mirar a los ojos, lentamente, de derecha a izquierda a esos cuatro valientes:

- Si para cortar la de el, antes debo cortar las vuestras..... lo haré encantada. -

Los cuatro guardias eran auténticos armarios empotrados de 2x2, y tenían muchas cualidades pero la idiotez no era una de ellas, sabían y conocían como se las gastaba ella así que, en silencio dieron no uno, sino 3 pasos atrás dejando sólo a su "valiente" superior.

Viéndose sólo, el comandante lanzó toda su artillería:

- Asustaras a mis hombres pero no a mi. -

Inflo de aire su pecho:

- Ayer...aqui...delante de todos, te declarase a un vulgar cazador, te regalo una copia barata de un anillo, comiste de su mano donde y cuando el dijo para, por último abrirle tu casa haciéndola suya.

Petra lo negó ligeramente con la cabeza:

- Cuando te marches lo harás por la puerta de atrás, mirando al suelo, en silencio y lo primero que harás sera mandar de picnic a tus informadores a la Luna.-

- ¿ Acaso me mintieron en algo?. -

- No....mucho peor, te informaron mal- coloco ahora sus brazos atrás.

- Explícate.-

- Ayer...aquí...todo el mundo vio y escuchó como él, un guardián de mas los antiguos, el cazador a quien los caídos han "premiado" con negarse a pronunciar su nombre...el se arrodilló ante mí, ofreciendone un pacto y un regalo como muestra de buena fe.-

- Si....ya....una baratija...- se mofo el joven comandante.

- Pues esa " baratija" está tasada en unos 85000 de lumen. -

Lo soltó como si nada :

- Pues es un auténtico anillo "Rosa de la luna" con luz propia.

- ....Pero comiste de su mano...- empezó a notar como se formaba un nudo en su cuello.

- Debido a la hora que era y que a ninguno nos gusta dejar nada a medio, quedamos en un sitio neutral para cenar y así poder aclarar algunas cosas.-

-.....Pero lo metiste en tu casa....y en tu cama...- el nudo de su cuello cada vez se hacía más grande.

- Le invite a mi casa donde, después de pasar la ceremonia del te, decidimos sellar nuestro pacto.-

- ¿ Y cómo sabes que no te utilizo?  - ahora si, trago saliva con cierta dificultad, para deshacer ese nudo.

Petra hizo una señal a una de sus ayudantes, está le acercó una tablez la que, después de que ella buscará algo, se la enseñó al comandante sin soltarla:

- ¿ Que?....no es posible...-

Balbuceo algo asustado pero manteniendo la compostura:

- ....Nadie está tan loco.-

- Te he dicho antes que , a ninguno de los dos, nos gusta las cosas a medio.-

Sin dejar de mirarle, le devolvió la tablex a su ayudante:

  - Además.. ..esa es una de tus virtudes.-

Viendo ya como todo su castillo de aire se había derrumbado, el joven comandante se trago su orgullo e hizo lo que tenía que haber hecho desde el principio....informarse:

- ¿ Pero por qué un cazador?.-

- Los titanes cumplen las leyes que dictan los hechiceros, mientras los cazadores viven saltándoselas pero todos, todos siguen el camino de la luz.  -

Petra le notaba ahora más calmado, aún así todavía no se fiaba de el :

- Nadie puede decidir qué color o sabor prefiere, yo no soy un excepción.-

- Aún así es seguro que sientes algo por el. -

Por el teléfono que tenía en el oído, le avisaron del algo que quiso aprovechar:

- Lo que quiero saber de verdad es, si nuestra Reina regresa y declara la guerra a los guardianes que haréis vosotros, ¿ huir cogidos de la mano?.-

- Cuando nuestra Reina regrese dudo mucho que lo haga, pero si así fuera yo no dudaría en matarle pues si el no dudo en dejar morir a toda su familia, por defender su puesto frente a un ejército de caídos, estando sólo a unos 200 metros de su casa, no lo hara al enfrentarse a mi.-

- Pero...¿ por que?.-

- Esa es la pregunta más inteligente que me has hecho en todo el día.-

Petra se dio cuenta del aviso que le dieron pues, sin querer movió su vista hacia el oído donde tenía el teléfono, aúnque ya intuia lo que era :

- En la guerra contra Oryx no sólo perdimos momentáneamente a nuestra Reina y a su hermano, sino también casi toda nuestro ejército, además de que nuestra economía no va precisamente  bien.-

- Pero los guardianes nos protegen.-

- No se confunda, ellos vienen aqui a luchar en el Presidio a cambio de parte de nuestros tesoros, que se van agotando y a hacer contratos mal pagados....nada más.-

- Pero es su deber.-

- Su deber es defender la ciudad no a nosotros.-

Petra sólo esperaba que el no se comportará como un tortolito:

- Por eso debemos crear lazos económicos y sociales con ellos, para que así tengan un motivo para ayudarnos más allá de una simple alianza.-

- Y permitir crear lugares de ocio para ellos aqui, traer a ciertas personas a vivir en Vesta, además de permitir enlaces sentimentales con ellos es un principio...no está mal pensado. -

Al ver como el se movía, decidió dar por cerrada la conversación:

- Adios comandante - se giro para ir a su puesto, pero el probó un último intento.

Lupus exules (cognatione, el boves, familiae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora