ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏs.

74 2 0
                                    


ĸaιтlyn walĸeʀ.

22 de Julio, 2019.

Meto el regalo en el auto y me volteo a ver a Ethan.

—Maneja con cuidado, princesa.

—Nos vemos en dos días. —estaré dos días en Londres, pedí permiso en el trabajo y me lo dieron pero Ethan no tuvo la misma suerte.

—Le deseas un feliz cumpleaños a Kathe, y le dices que se está poniendo vieja. —dice divertido, sonrío.

—Te amo, Ethan. —lo abrazo. Sus brazos me envuelven.

—Te amo más, Kai. —me da un beso en la frente.

Luego de despedirnos me monto en el auto, son dos horas de viaje y llevo unas botanas.

— ¿Dónde está la cumpleañera? —pregunto entrando a mi antigua casa.

— ¡Kai! —mi hermana grita y me abraza—. Te extrañe.

—Nos vimos en Mayo en el cumpleaños de papá.

—Eso fue hace dos meses. —sonríe.

Saludo a mis padres, y toda mi familia.

— ¿Y Ethan? —me pregunta mamá luego de  que salude a todos.

—Está trabajando, no le dieron permiso para faltar. —me encojo de hombros.

Me llevan a la que antes fue mi habitación para dejar la maleta.

eтнan нarrιeѕ.

Me siento en el escritorio para seguir escribiendo el artículo que será publicado el día de mañana. La puerta se abre y por ella entra, Zoe, mi jefa.

— ¿Cómo estás, Ethan? —cierra la puerta a sus espalda, veo que le pone seguro, elevo una ceja.

—Bien, señorita Mazzei.

La veo rodar los ojos.

—Ya te he dicho que me digas Zoe. Tuteame.

— ¿Necesitas algo Zoe?

—Sí.

Pasa al lado del escritorio llegando a mi lado. Subo la cabeza para mirarle la cara. Hay que admitir que es linda, tiene 34 años y parece que apenas está pisando los 30. Es muy hermosa.

Sonríe. Pasa su pierna izquierda encima de las mías sentándose en mi regazo. Trago saliva.

—Zoe, no creo que esto esté bien.

—La puerta está cerrada, nadie sabrá.

Acerca su rostro al hueco de mi cuello y siento mi corazón acelerado.

Esto no está bien.

Llevo mis manos a su cintura para que deje de moverse pero eso como que la emociona más y va acercando su rostro al mío.

—Zoe. —ella suelta un gemido cuando siente mi ereccion. Ataca mis labios y yo le sigo el beso.

Subo mis manos a sus pechos y los aprieto, le quito la camisa y la levanto acostandola en mi escritorio.

Sus manos bajan a su falta y se la quita junto a su ropa interior. La veo de arriba a bajo. Si que es hermosa.

Mi camisa se va al igual que el resto de mi ropa.

—El condon, Ethan. —dice entre jadeos.

Y así salgo del trance. No cargo condones, deje de cargarlos encima desde que comencé a vivir con Kaitlyn. Y eso fue antes que nos casaramos.

— ¿Ethan? —zoe cierra las piernas y se sienta viéndome.

—No tengo condones. —le digo finalmente.

— ¿Por eso te preocupas? Toma. —de entre su brasier, que aún carga puesto, saca un preservativo.

Lo tomo entre mis dedos.

¿De verdad quiero hacer esto? Hace años que no lo hago en un lugar que no sea la casa. Solo será esta vez, solo esta vez. Ella no tiene porque enterarse.

Me pongo el preservativo, Zoe se recuesta de nuevo y esta vez quitandose el brasier. Y me adentro a ella sin pensar.

ĸaιтlyn walĸeʀ.

— ¿Kiki? —me volteo para ver a la persona que me llamó por un apodo que no escucho desde hace años.

— ¿Derek? —¡joder! Si que se puso guapo.

—Que cambiada estas, estas hermosa.

—Tu no te quedas atrás, mírate, tus brazos son cuatro veces mis brazos. —ríe.

— ¿Hace cuanto estás aquí?

—Llegué en la mañana.

— ¿Quieres ir a cenar? Por los viejos tiempos.

— ¿Qué tal mañana?

Intercambiamos números y seguimos hablando hasta que nos toca cantar cumpleaños.

'Un Corazón Dividido'. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora