Simon Says | NCT 127 -suspendida-

Capitulo 12

Recapitulación

¿Por que no dijiste nada? —Jaehyun dijo un poco molesto—

No quería que me tacharan de loco como a Winwin o.. Taeil. —respondió bajando la mirada— tenia miedo.

Taeil se dejo caer sobre el asiento viendo por la ventana.

¿Que vamos a hacer? —dijo el mayor viendo a Johnny y Jaehyun—

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{•}

Narra Mark.

Corrí un buen tramo de bosque hasta la carretera, no sabia ni hacia donde iba, solo tenia un pensamiento rondando en mi cabeza.. "no quiero ir a la cárcel".
El cielo ya estaba claro, seguía lloviendo, no quería saber nada de nadie, al final, me dejaron solo.

...

Estaba empapado y cansado, por lo que se veía, iba por buen camino, Santa Monica ya estaba cerca, claro, reí. 15 kilometros debe ser poco. Me burle de mi mismo. Escuche un motor grande, se trataba de un autobús, no pensé que fuera a parar, ya que estaba en curva y podría causar un accidente, pero así lo hizo, se detuvo frente a mi y bajo un hombre.

¿Que haces aquí? —me pregunto curiosamente, después subió sus hombros en expresión de tomar importancia y bajo la mirada—

Me acerque solo unos cuantos pasos, él señor subió un escalón de su autobús.

Anda, sube.. yo te llevo a donde quiera que vayas, vas a enfermar —el hombre de buena intención se quito su chaqueta y me la puso en los hombros al subir—

Sonreí y le di las gracias, la gente iba dormida, la mayoría. Busque un lugar y por suerte habían dos solos casi en medio de autobús. Comenzó a llover de nuevo, pero esta era más fuerte que la vez anterior.

Estaba todo obscuro, mi cama estaba más cómoda ahora, había llevado unas bolsas de papas y refresco, estuve viendo el televisor hasta altas horas de la noche, recibí un mensaje de Johnny, quería verse mañana con todos. Era extraño, ya había pasado tiempo desde que nos vimos todos juntos por ultima vez. Seguí leyendo los mensajes que estaban respondiendo los demás, me distraje un rato con el celular, la puerta de mi recamara se abrió lentamente, no creí que mi padres seguirían despiertos, pero no, ni siquiera eran ellos, de la oscuridad entro una silueta negra, con dedos largos y brazos casi al hueso, era grande y sus ojos eran de un amarillo intensos, como dos focos. Se arrastro hasta mi cama, estaba asustado, casi caía de la cama, su mano comenzó a trepar por mi cama, gritaba, pero nadie me escuchaba, su mano fría alcanzo mi pie y me jalo al suelo, donde levanto su mano y al dejarla caer sentí un fuerte dolor en mi pecho.

Desperté de golpe en el asiento de un brinco, las gotas pegaban constantemente por el cristal, el camión iba cada vez más rápido, de vez en cuando la luz roja pegada a la pared para indicar que iba a exceso de velocidad se encendía. Tuve que sostenerme del asiento delantero, dentro de la cabina del chofer, se escuchaban muchos ruidos, al parecer nadie lo notaba, ya que nadie decía nada ni mucho menos se despertaba por los movimientos o por los gritos.

Me pare del asiento y camine al frente del autobús, toque varias veces a la puerta, cuando el chofer me abrió solo estirando su brazo, me sonrió.