Un fuerte dolor de cabeza, eso es lo único que él lograba sentir, apenas lograba abrir un ojo y sentía un zumbido horrible que no le permitía incorporarse ni ubicarse, solamente deseaba que ese agudo dolor parara y no se percataba del lugar en el que en ese momento estaba parado...
-...Al fin se detuvo..- Se decía Ray en el momento en el que el zumbido, junto con el dolor de cabeza, se evaporó, y allí es cuando pudo abrir sus ojos por primera vez, pero para su sorpresa no veía nada más que un espacio sin nada, totalmente blanco, y con un eco que solo se podría oír en una cueva enorme. En ese momento se percató del lugar en donde estaba, aunque incrédulo ya que le parecía algo imposible estar en el mismísimo vacío... La nada absoluta...Pasaron unas horas dentro de ese lugar, aunque ya el tiempo parecía relativo... Los números no los recordaba bien, aún tenía la memoria borrosa, solo recordaba que se llamaba Ray y que tenía unos 16 o 17 años, ya había olvidado si había cumplido o no años porque no recordaba los meses, aunque creyó que eso era temporal por alguna razón, no podía estar más equivocado, debido a que cada minuto que pasaba era más complicado el indagar en su pasado, y más evidente el hecho de que estaba perdido, sin comida, sin agua y sin siquiera saber quien era, solamente un vago conocimiento de su nombre y edad, y una sensación de desesperación que se comparaba solamente al inmenso vacío que lo rodeaba.
De repente todo se volvió oscuro, luego claro de nuevo, y luego una sensación de caída libre que aceleró su corazón de manera tal que al fin sentía estar en la realidad, o lo que él percibía como real. Al caer al suelo sintió un poco de dolor, pero eso solamente le recordó que estaba vivo, que no estaba soñando.
Había pasado 10 horas en el vacío, y por fin tenía los pies en la tierra, al fin se sentía seguro de una manera extraña, pero esa seguridad no le duró mucho, ya que pudo divisar una figura que lo miraba desde una pequeña cabaña, esta figura se acercaba lentamente a Ray mientras que se podía ver una cara, allí es cuando lo vió a él, no medía mucho -(al menos un metro setenta)- pensó Ray quien de a poco volvía a tener ciertos conocimientos básicos, como leer, escribir y contar.
-Es un bello lugar ¿No crees?- dijo el misterioso chico, no parecía llegar a ser un hombre, Ray intuía que tendrían una edad parecida, al rededor de 17 años. -...D-donde estoy?- dijo algo asustado el joven que había estado tanto tiempo atrapado en un vacío y que ahora podía sentir el olor al pasto, a las flores, a lo que él pensaba que debería oler un pequeño bosque.
-Este es ningún lugar y un lugar a la vez, es como estar en el todo de la nada... oh... pero creo que te refieres a la casa y al patio, pues este es el "Dojo" por así decirlo, aquí es donde te pondré a prueba y a partir de ahora debes respetarme, ahora soy tu superior-
-Respetarte?! ni siquiera se tu nombre! y no tengo en claro donde estamos...-
-Uff... Me llamo Max, y este lugar, este plano en el que existimos, lo puedes llamar Nowhereland, ahora sígueme para poder hacerte la prueba y así podemos saber lo antes posible a que facción perteneces..-Por un tiempo hubo un gran silencio, caminaban por ese lugar semejante a un bosque mientras miles de preguntas rondaban por la cabeza de Ray -(¿Nowhereland? ¿Facción? ¿Prueba? ¿En verdad estoy despierto?)- Él no lograba entender la situación, y mucho menos el concepto de un todo en un vacío, a demás de que mientras más miraba a los alrededores más cosas extrañas notaba, había un camino iluminado con unas luces de neón azules que llevaban a una puerta iluminada por un enorme resplandor azul, lo primero que le venía a la cabeza era una especie de portal, y, sinceramente, no era lo más extraño que había visto en las horas que había pasado allí, bueno, eso era lo que él pensaba.
-Tu no me dijiste tu nombre, aún, y eso que me obligaste a decir el mío- Dijo Max con una pequeña sonrisa para intentar aliviar la mente del confundido y abrumado chico.
-P-pues, me llamo Ray...- Dijo mientras salía de sus pensamientos -Pues es un gusto Ray, ahora te explicaré lo que va a pasar...-
Tan pronto como habló el chico misterioso, llegaron a la puerta de esa cabaña.
-Aquí dentro te encontrarás con un enemigo... tendrás la opción de atacar a puño limpio al enemigo, de intentar disuadirlo de pelear, de agarrar un guante de metal para defenderte y únicamente defenderte de los ataques, o puedes dejar que te mate... es tu decisión-
Apenas termina de decir esto lo mete a Ray dentro de la cabaña y cierra la puerta.
-Dejame salir! Esto es una locura!- Decía mientras golpeaba la puerta.
Al poco tiempo emergió una silueta brillando del piso y esta comenzó a atacarlo, al ver como esta figura humanoide se lanzaba hacia él, comenzó a correr buscando alguno de los objetos que había mencionado Max, pero no podía encontrar ninguno, y al intentar disuadir al enemigo, simplemente se volvía más y más agresivo.
El sujeto brillante le asesta dos golpes en la cara y uno en el estómago dejándolo sin respiración, luego lo desestabiliza con una patada en la rodilla, y cuando ya está en el suelo, comienza a aplastarle las costillas.
-...E-esto es todo... Voy a morir...- Decía Ray adolorido y con un poco de sangre en el suelo, por alguna razón se le dificultaba mucho el hecho de pelear y no tenía casi energías para devolver los golpes o pararse, entonces, como por arte de magia, una espada comenzó a materializarse en su mano, como si miles de fragmentos de luz lograran formar algo parecido a una katana, fue entonces, con su último aliento, logró darle un golpe mortal a ese ser brillante y cortar lo que parecía ser su cabeza.
De pronto la puerta de la cabaña se abrió y Ray ya estaba parado con su espada en mano.
-No puedo creer lo que veo...- Decía Max con una cara de asombro y con emoción a la vez,
-Bienvenido a mi facción novato, desde hoy seré tu maestro en la orden sin nombre!-
-...Esto no tiene...sentido...- Dijo el muchacho cansado momentos antes de desmayarse.
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Nowhereland
Science FictionDespertar en un lugar desconocido, no saber nada más que tu nombre y edad, y al observar los alrededores lo que divisas un vacío, luego, lo ves claramente, una pequeña casa y un chico mirándote ¿Suena a una locura verdad? Pero si te imaginas esta si...