Encrucijada entre dos mundos.

Capitulo 4: Un oscuro enfrentamiento.

Capítulo 4: Un oscuro enfrentamiento.

Comenzamos a bajar las escaleras dentro de la inmensa oscuridad, intente hacerme el valiente tomando la iniciativa para descender, pero ver donde no hay luz es algo que no puedo hacer, así que a casi mitad de camino tropecé y caí de la manera más torpe a causa de un escalón que se había desmoronado.

Saria:- Estas bien?

Alejandro:- Creo que sí, aún sigo respirando.

Saria:- No querés que vaya yo por delante, me parece que no te va muy bien en la penumbra.

Alejandro:- Tendrías que haberlo sugerido antes de que casi me partiera la cabeza.

Saria:- NO fui yo la que se precipitó a bajar dentro de la cripta.

Alejandro:- Bueno, al menos dame una mano para levantarme.

Saria le estira la mano y él tira de ella hasta hacerla caer.

Saria cae sobre Alejandro, enfrentándose sus caras, pero Alejandro no puede verla.

Alejandro:- Me parece que tampoco te va bien en la penumbra.

Ella salta hacia un lado toda sonrojada.

Saria:- Ohhhh! Vamos! No es tiempo de hacer este tipo de tonterías.

Ambos se reincorporan.

Alejandro:- Bueno basta de tonterías, hay que encontrar a tus amigos lo antes posible. Tu amiguito puede decirnos donde se encuentran? Te voy a mostrar algo que es típico de mi "Clase"

Saria:- Mmmm... Tonto...

Saria:- Dice Puchi que los demás están en la parte de los cofres y que hay una especie de altar donde tienen........

Saria:- HAY DIOS MIO! TIENEN A KATO! RÁPIDO TENEMOS QUE SALVARLO.

Alejandro:- Tranquila no sabemos bien a que nos enfrentamos no debemos precipitarnos.

Saria:- PERO NECESITA NUESTRA AYUDA.!!

Saria sale corriendo en dirección al centro de las catacumbas.

Alejandro:- SARIA! Espera, no puedo seguirte el paso en plena oscuridad.

Alejandro:- Carajo, espero que no cometa ninguna estupidez.

*Un grito de mujer recorre todo el lugar.

Alejandro:- SARIAAAAAAAAAAA!!!!

Intenté avanzar en dirección del grito, el no ver por dónde voy me resulta total mente desconcertante y sobretodo me preocupa Saria, si están haciendo algún ritual raro y la involucran no tengo tiempo de andar chocándome contra las paredes.

En ese momento sentí el ruido de un pájaro.

Era el familiar de Saria, esa impertinente ave daría todo para poder rescatar a su dueña.

Repentinamente clavo sus garras en mi hombro y comenzó a jalar de mí en la oscuridad. Asumí que me estaba dirigiendo a donde se encontraba Saria, repentinamente comencé a notar que me estaba dirigiendo a una habitación donde ingresaba un pequeño lucero desde el exterior. Allí era donde se llevaba a cabo todo.

Saria:- Suéltame!

Cultista Mayor:- Llegaste justo a tiempo para ver a tu amigo consumido por las sombras.

Todo el lugar era bastante oscuro, solo unos fragmentos de luz ingresaban por el techo que iluminaban los sarcófagos que se encontraban en todo el lugar, en el centro había un altar con unos símbolos raros dibujados sobre el mismo, sobre él había un pequeño hombre herido e inconsciente. Los cultistas menores le rodeaban y de ellos salía una magia negra mientras hablaban un idioma extraño.