Encrucijada entre dos mundos.

Capítulo 5:- Otro punto de vista.

Capítulo 5:- Otro punto de vista.

... ¿¡LISTOS!? ... SALTEN.... ¡VAMOS, VAMOS, VAMOS! ¡MOVERSE!

...Kato... Realmente... te lo agradezco...

Kato:- No te preocupes por eso, prometimos hacer todo lo posible si algo de esto pasaba.

No descanses hasta encontrarla.... Cuídate....

*Explosiones, sonidos de alarmas.

Soldado:- Jefe nos están tirando con de todo no creo que podamos salir de esta.

Kato:- Protejan al carga, no dejen que se pierda la estatuilla...

Soldado 2: Señor el desviarnos, le dio nuestra posición al enemigo... Tenemos que...

*EXPLOSIÓN

Ahghh... aghhhh...

Ese sueño otra vez... Creí que ya lo había superado...

Recuerdo que aquel ángel dijo que una vez que esos sueños se fueran, no volverían a aparecer. Algo debe de haber sucedido.

Esa mañana pretendía ser como cualquier otra, desayuné un poco más fuerte esta vez, tenía un gran trabajo por delante, por primera vez logré encontrar a los bastardos que eran responsables de los asesinatos en los alrededores, por fin podría realizar mi tarea divina de brindar justicia ante los seguidores de las entidades malignas, terminé de comer cuando sentí que llamaban a la puerta.

¿¿??:- KATOOOOOOOOO!

¿¿??:- Apúrate que se va el transporte hacia Ravena!

*Abre la puerta.

Kato:- Tranquila Lidney, falta como una hora para que emprendamos viaje.

Kato:- Despertaste a los demás?

Lidney:- Si! Los demás te están esperando en la plaza! Apúrate!

Kato:- Bueno, bueno, tranquilízate, ya enseguida voy.

Lidney:- NO! NO! Tenés que venir ahora... Si no te vas a quedar dormido como siempre!

Kato:- Me declaro culpable de eso. Pero hoy es diferente.

Aquella niña, de cabello negro y orejas de gato era Lidney, su alegría y simpatía siempre logran sacarme una sonrisa. Hoy se vistió con su mejor armadura, aquella de cuero duro para recubrir los brazos y las piernas y que tiene placas de acero a la altura del pecho. Se nota que está emocionada, debe ser porque nunca antes había salido del pueblo, hasta se puso el listón naranja que le regalo Saria que combina con sus ojos color ámbar.

Me di vuelta y me mire al espejo, recordé el como era antes de llegar aquí, pensar que ahora mi pelo esta largo es gris y me deje la barba, algo inaceptable en mi época en la milicia, estoy más fornido y hasta un poco gordo, y si bien mi altura sigue siendo la misma para mi nueva raza soy considerado el más alto, pero bueno eso fue un pequeño arreglo con aquel ángel.

Ya pasaron dos años desde que reaparecí aquí luego de aquel accidente. Este pueblo me brindó muchas alegrías, pero no es más que una fachada, mi verdadero objetivo es aniquilar a la facción de la Rosa Muerta quienes siguen a Ingride la entidad de la calamidad. Los rastree hasta las afueras de Ravena donde utilizan una vieja cripta para contactar con el plano superior. Me tomo un tiempo, pero finalmente podré cumplir con mi promesa y vivir mi vida tranquilamente tal y como me lo prometieron. Aún recuerdo aquella conversación.

¿?¿?:- Ah! Al fin despertaste! Cómo te sientes?

-Cuando se estabilizo mi mirada, pude ver a un hombre alto, pelado y barbudo que flotaba en una nube rojiza y que traía un gran delantal viejo y algunas herramientas colgadas de su cinturón.