Prólogo

47 13 2
                                    

Me levanto asustada, no son mas de las 5 de la madrugada, escucho ruidos provenientes de abajo, salgo de mi habitación y voy en busca del lugar proveniente del sonido.

Observo desde arriba, la sala está rodeada de hombres con armas, dos de ellos sostenían a mi hermano, el forcejeaba con ellos pero era en vano su esfuerzo.

Me quede anonada ante la situación, no entiendo que sucede, el miedo inundó en mi, temo que le hagan daño a una de las únicas personas que me quedan en la vida.

Baje corriendo la escaleras hasta llegar a ellos.

Todos los presentes se alertan de mi presencia, uno de ellos viene hacia mi trato de alejarme pero es más ágil y me sostiene con fuerza, forcejeo para intentar soltarme pero es imposible.

-¡Suéltame imbécil! -exclamo.

Volteé a ver a mi hermano y el levantó el rostro con esfuerzo nuestras miradas se encontraron y en la de él pude notar dolor y ¿arrepentimiento? Tiene heridas en el rostro, sangre por todos lados y una herida profunda en el labio inferior, esta débil, muy débil. Tiene golpes por todos partes.

-¿Qué sucede? ¿Por qué le hacen daño a mi hermano? ¡Por favor, déjenlo! -les dije muy alterada.

-Llévense a la chica -dijo uno de ellos que no andaba cubierto del rostro como los demás, volteé a verlo era tal vez unos tres años mayor que yo.

Resignada a que tal vez no saldríamos con vida de esto y tal vez era mejor estar unos segundos juntos.

-¡Por favor, escúchame! Tan solo déjame estar unos momentos con él, por favor te lo ruego, él es toda mi vida y esta debilitándose demasiado. -dije mientras mis lágrimas se salían sin control de mis ojos.

Él se acerca a mi lentamente, me mira con lastima, y me dijo. -Tienes dos minutos -Él miró a los demás hombres, les hizo una seña y de inmediato me soltaron, todos salieron dejándome sola con mi hermano.

Corro hacia Killian que lo habían dejado tirado en el suelo, se encontraba débil, y muy lesionado. Estaba con la cabeza baja.

-Killian, por favor reacciona, no me puedes dejar sola, ¿qué esta pasando? ¿porque te hacen esto? -Dije desesperadamente mientras le alzaba el rostro con mis manos.

-Nunca te dije la verdad hermanita perdóname, en mi caja fuerte esta una carta, dinero, tómalos y cuida de mi hija. -me dijo con la voz entrecortada, mientas se le cerraban sus párpados.

-Killian despierta, te amo. No te quiero perder.

Me acerque y le di un beso en la mejilla

-Yo más mi hermosa Mishelle. -me dijo en un hilo de voz. Mientras empezaba a escupir sangre.

En eso entraron esos hombres. Me alejaron de mi hermano al cual empezaron a golpear, mientras me tenian sostenida y les gritaba;

-¡No lo lastimen, dejenlo por favor!

Después sucedió lo que menos deseaba, algo que me marco de por vida.

Dos disparos fue lo que impacto en el cuerpo de mi hermano. Grité y lloré desesperadamente, la vista se me nublo me faltaba la respiración, un nudo se me formo en la garganta de la desesperación y mis piernas flaqueaban. Trate de mantenerme en pie. Volteé a ver a mi hermano él estaba agonizando. Me dieron una bofetada haciendo que perdiera el equilibrio y callera al suelo, para después irse. De inmediato me incorpore y corrí hacia el.

Me tumbe en el suelo ubicándome a su lado de rodillas.

-¡Killian, reacciona no me dejes por favor! -exclame, las lágrimas se desbordaban de mis ojos sin control, mientras acomodaba su cabeza entre mis piernas para que no se ahogara con su propia sangre -Te amo hermanito.

-Te amo Mishe... -no terminó de a completar la oración cuando sus ojos se amenazaban con cerrar.

-¡NOOO KILIAN, NO NOOO! ¡Te amo! -Grite angustiada pero su vida era arrebatada.

Hasta que murió, murió entre mis brazos. Lo agarre y me aferre a él, como si eso detuviera a que ya no este conmigo.

-Te amo Kilian. -Susurre.

Me habian quitado lo que mas amaba en mi vida, mi hermano y no pude hacer nada para impedirlo. Ahora estoy completamebte sola, siento un dolor inmenso, que haré sin él, la persona que mas amo en este mundo.

Un llanto me saco de mis pensamientos, recorde de inmediato a mi sobrina.

Coloque el cuerpo ya inerte de mi hermano delicadamente en el suelo corriendo las escaleras y ahí estaba ella.
Tan inocente sin saber que pasaba a su alrededor. Me acerque y la cargue en mis brazos mientras le acariciaba su mejilla.

De ahora en adelante me hare cargo de ella y estara bajo mi responsabilidad.

Recorde lo que me dijo mi hermano, deje la niña ya dormida en su cuna. Y busque en su caja fuerte, por suerte el me habia enseñado su contraseña. Ahí estaba una carta, dinero, mucho dinero, joyas y tarjetas de débito.

Agarre la carta, la abri y decia;

Mi hermosa Mishelle:
Si estas leyendo esto es porque tal vez ya no este contigo y este muerto. Necesito que seas fuerte, necesito que logres sobrevivir sin mi, y salir adelante. Quiero que sepas que te amo sobre todas las cosas mi niña, que eres lo mejor que me ha pasado en mi vida.

Nunca te dije en realidad quien era yo, nunca descubriste en que trabajaba en realidad. Soy un narcotraficante hermanita, uno de los más poderosos. Tengo muchos enemigos que van a querer hacerte daño. Por eso mismo necesito que seas fuerte, debes protegerte a ti y a mi hija.

Tienes que irte muy lejos vete con mi hija fuera de este país, mantente alejada de este mundo que solo te traerá problemas.

Te dejo todo mi dinero, mis casas, propiedades, todo lo que tengo. Busca a mi mano derecha el es Alex y pidele que te apoye.

Te amo hermanita, nunca me olvides y espero algun dia me logres perdonar por haberte mentido. Yo sólo cuidaba de ti.

Adios...
Atte: Killian Blake

 Imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora