Roja Oscuridad

25 0 0
                                    

En un momento, mi madre, mi progenitora, la persona que más llegue a amar en este mundo, yacía en mis brazos, se fue así, sin decir unas típicas ultimas palabras, solo una mirada fija, estática. Sentí como la felicidad era una palabra que se alejaba cada vez más en un vacío profundo, como un espejismo a lo lejos que intentaría alcanzar, pero nunca encontrar.

A mi alrededor, decenas de personas caían al suelo con disparos, decenas de familias, de padres, de hijos, pero en ese instante no podía pensar, no sabia que hacer, hace unos segundos, los ojos de felicidad de mi madre se volvieron fijos, no alcanzo a darle ese abrazo tan esperado.
-Lo siento madre mía...

No entendía nada, ni la situación, ni por que dios me había hecho esto, pedí su ayuda por ultima vez, no volvería a esperar una ayuda que no escucharía, ni recibiría.   

SUNDOWNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora