Era verano del 89
Cuando mi pequeña mirada
Brillaba por el reflejo de la luna
Junto al cobijo del hospital,
Apenas podía ver,
Sin saber que existía
Un mundo donde vería todo
Y jamás terminaría de conocerlo.
De pronto llegó mis 10
Y hasta ahí aprendí
Que aunque otros sean
Más fuertes que tú,
Tu sonrisa tiene más poder,
Y que una fe con inocencia
Puede crear tiempos mágicos,
No se por qué pero un día lo olvide.
Era verano del 89
Cuando escribian mi nombre
Y luego la caída del muro de Berlín,
Muchos gritaban libertad,
Mas tarde entendería
Que la vida tiene murallas,
Y tú Puedes gritarle tu desición,
Tocar fondo y decir ahora o nunca.
Y pase de 10 a mis 20
Hasta ahí había empeñado
Mi risa original, colegio y universidad.
Vestía mi adolescente disfraz,
Fueron días de irresistible lucha
pero siempre fui libre
Cuando montado a la bicicleta
levantaba mis manos mirando al cielo.
Era verano del 89
cuando un suspiro materno
sentía a mi lado,
solo quería que esté conmigo,
no sabía que años después
Pensaría tomar mis propias llaves,
Así lo hice, pero a la distancia
Jamás dejó de acompañarme.
He llegado de 20 a 30
Recuerdo mi primer salario,
Jamás acabaron con mis sueños
Entendí que es imposible
Vivir sin lastimarse
Pero sobretodo
Siempre habrá medicina
Para sanarse.
Todo empezó en el verano del 89
Nacía sin saber para qué
Gracias Dios que lo descubrí.
Y aquí estoy escribiendo para ti,
Tú que lees, sigamos con la aventura
de vivir por un llamado.
Quiero que el mejor de mis años
Siempre siga siendo el último.
- Ángel Vástago