La rosa

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Cada mañana pasea por el viejo camino, con su sombrero de fieltro negro y alto de copa, sobre la cabeza y su gastado bastón de madera, con el pomo de un león rugiendo en plata, en su mano derecha. Vestido con traje de domingo, americana y pantalón,  largo, negro,  envolviendo su exterior, aunque también su interior. Mientras una blanca camisa,  abotonada hasta arriba, de algodón suave y una fina corbata roja termina por vestirlo. Sale del camino terreo y sigue por entre un sendero de hierba marchita baja, con piedras perfilado y con el rocío de la mañana cubriendo su botines de piel, negros, gotas de agua que brillan como estrellas en la noche más oscura.
Hace tanto tiempo que va a verla, que ya ni los años los recuerda.
Su vista perdida en la nada camina sin ser consciente del camino, al igual que su mente, sabiendo que a cada paso,  él más cerca de ella, se siente.
Y al llegar, ella en pie, aguardando, como si buscara un escalón para bajar a su encuentro, con su vestido largo ondeando al viento, inmóvil en el tiempo,  cual roca en un monte, esculpida por un cantero. Su cabello protegido, con un pequeño manto, no sea que el aire, la deje despeinada en unos momentos .
En su mano izquierda una rosa, roja como la sangre que ella tenía en sus venas y ahora casi gastada por el tiempo, pues sus tonos de colores el sol los fue alterando.
Aunque a ella, eso poco importa, él se la dio y hasta hoy en su mano el siempre se la lleva.
Camina él hacia ella y antes de que sus manos lleguen a ajuntarse, él la saluda cortésmente y con un gesto su sombrero baja.
- Buenos días, amada.
Y se sienta junto a su lápida y su estatua, la cual su mano abierta aguarda, el recuerdo de la vida que le fue arrebatada. Rosa roja.
Aquella escultura que él encargó hace tiempo a un escultor, para mantener el recuerdo de su amada esposa, enferma desde hacía tiempo y que poco a poco se fue consumiendo. Pero para él, ella sigue estando, con la mano extendida, esperando cada día su rosa roja. Después cuando se marcha, él se la deja, para que  cuando vuelva de nuevo mañana, le ponga una nueva en sus manos. Como si el tiempo, nunca hubiera pasado.

Leiva 2015

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⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

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