Design and Plans. Camren.

Capitulo 36

Lauren.

Esperábamos a Blake sentadas en su habitación de la clínica luego de que lo llevaran a hacer un montón de exámenes para asegurarse de que lo que él tenía era apendicitis de verdad. Camila estaba tan preocupada que la tuve que agarrar firme a mi lado para que dejase de dar vueltas por el lugar preocupada, cuestionándose todo, a pesar de ser algo muy común nunca es fácil para una mamá más nosotras dos que tú hijo deba sufrir una cirugía, sin importar que esta sea de lo menos riesgosa qué hay, además de ser súper común entre los niños porque él apéndice no es algo esencial en nuestro cuerpo solo nos fastidia como en este caso, que tenía que fastidiar a unos de mis hijos. Estaba preocupada y tenía mucha tristeza al saber que él estaba sufriendo porque le dolía su pancita además de verlo tan débil, no me gustaba y quería que estuviera bien siempre, feliz, saltado por todos lados y hablando sin parar como lo hacía siempre... era mi bebé y no quería que nada malo le pasara. Y ahora estaba con Camila aferrada a mi cuerpo en el sofá de la habitación de Blake, le hacía cariño en la espalda mientras ella intentaba no llorar por la situación hasta que lo hizo dejando soltar todo lo que le dolía esta situación, así que la consolé besando su rostro un par de veces envolviéndola más entre mis brazos, dándole seguridad y protección en esos momentos.

Hasta que Blake volvió a la habitación durmiendo profundamente con él doctor detrás y otro doctor que era el cirujano porque en su capa blanca decía eso, junto a su nombre. Camila se puso de pie de inmediato al igual que yo esperando a que ellos hablaran con nosotras sobre la situación de Blake , estábamos ansiosas a todo lo que podía suceder, todo lo que queríamos era su bienestar, nada más que eso.

-Tiene apendicitis.- dice el doctor. -Los exámenes lo han arrojado por lo que procederemos a operar de inmediato, aquí está el cirujano especialista en estos casos.- lo presenta. -El les dará las indicaciones.- ambas asentimos.

-Primero que nada tranquilizarlas, al menos todos los días alguien llega con apendicitis a la clínica y créanme que todas salen bien.- nos comenta con una suave sonrisa. -Es una operación de muy poco riesgo y muy rápida, con una recuperación corta, el estará uno o dos días dependiendo su evolución aquí con nosotros y luego le daremos el alta, tendrá reposo de una semana para que luego se reintegre a la escuela donde es importante que no corra mucho, sabemos que en un Niño es difícil pero si lo hace se cansará más rápido no es que sea terrible, pero tengan cuidado con eso, lo importante es que descanse y sigas todas las indicaciones tanto alimentarias como medicinales.- nos explica y ambas asentimos.

-¿Por que se produjo esto?.- pregunto Camila.

-Puede ser algo que vienen arrastrando hace un tiempo y algún alimento lo desató, o solo una infección rápida, las causas son muy inciertas y también variables.- le explica. -Y no es algo contagioso así que si tienen más hijos quédense súper tranquilas.- ambas respiramos aliviadas.

-Gracias doctor.- le digo el estrecho mi mano al igual que Camila.

-De nada, vendrán en uno momento a buscarlo para llevarlo a pabellón, pueden espéralos en la sala de espera afuera del pabellón.- nos dice.

-Lo haremos.- asegura la morena, el Doctor abandonó la habitación.

Luego de que llenáramos de besos a Blake, prometiéndole que todo iba a estar bien mimándolo en todo momento se lo llevaron a pabellón, y con Camila fuimos de inmediato a la sala de espera hablando con nuestros padres que estaban al tanto de todo lo que podía pasar con Blake, era necesario que mi hijo estuviera bien por el bien de ambas con Camila. Así fue como los Doctores prometieron la operación fue todo un éxito y con Camila estábamos m mucho más tranquilas por lo sucedido, mi hijo estaba durmiendo por el sedante que le habían puesto y esa noche yo me quedé con él en la clínica para que Camila fuera a ver a nuestros hijos, lo primero que hice fue avisar que no iba a ir a la oficina al día siguiente, las cosas en la compañía estaban tranquilas, porque el trabajo duro del año había pasado, aunque igual teníamos proyectos que eran súper grandes los estaba manejando bien, ordenando mis tiempos y también al ser la mejor los clientes tenían paciencia, ellos debían esperar por mi y no yo por ellos. Por ende tenía tiempo mas si mi hijo era lo más importante en mi vida por lo que estuve con él los dos días que estuvo internado en la clínica hasta que le dieron el alta llevándolo a casa junto con sus hermanos que él tanto extrañaba, y solo para alegrarlo le compré el último juego de la Switch además de un montón de libros para pintar y lápices para dibujar, pintar, legos para que se divirtiera esos días.