Heart's Melody

IV

Kirino Ranmaru POV.

Sus brazos continuaban envolviéndome con su calor y sin querer alejarme, me mantuve quieto.

Es hermoso.

—¿Cómo te llamas?

Y qué decir de su voz... Su tono tenía algo que embelesaba todo mi ser, calmando todos mis temores.

—¿Eh? —dije después de un rato, no podía apartar mi mirada de la suya.

—Tu nombre... —dijo mientras sonreía, provocando que me sonrojara.

—¡Ah! Es R-Ranmaru. 

Fue a decir algo, pero justo sonaron mis tripas avisando de que estaba hambriento. Me alejé un poco avergonzado saliendo de ese trance, pero a pesar de haberme escapado de su agarre volvió a coger una de mis manos, obligándome a mirarlo de nuevo.

—¿No has comido lo que preparé? —parecía molesto.

—N-no sabía que lo habías hecho tu. Las personas no suelen comer comida de lugares extraños... —intenté defenderme.

Suspiró y miró hacia la pequeña hada que me había acompañado todo el camino.

—తర్వాత మాట్లాడదాం.

No entendí nada de lo que dijo. La pequeña criatura le respondió y me sobresalté un poco cuando se desvaneció en el aire.

—Tienes que comer algo. —volvió a dirigirse a mi.— Has estado cuatro días inconsciente. Vamos.

¿¡4 días!?

Sin esperar a mi respuesta me arrastró hasta salir de la cueva, de vez en cuando aflojaba su agarre en mi muñeca, pero luego volvía ha hacer fuerza.

¿Pero qué le pasa?

—¿Fuiste tu quién me salvó? —no obtuve respuesta.— ¿Me has estado cuidando durante...?

Sentí un dolor de cabeza, mis fuerzas desaparecían y apenas pude mantenerme en pie. Antes de poder tocar el suelo, pasó una de sus manos por debajo de mis piernas y la otra por mis hombros. Me levantó sin problemas y continuó caminando cargándome en sus brazos.

—Los humanos sois muy débiles.

Fue lo único que dijo durante todo el camino, y yo ya tenía suficiente con el mareo como para poder contestar. Acomodé un poco mi cabeza en su pecho y noté como su cuerpo se tensaba un poco, pero a los pocos segundos se volvía a relajar.

Al ver borroso decidí cerrar los ojos.

Quizás el dolor de cabeza se pasé más rápido.

Poco a poco dejé de sentir mi cuerpo tan pesado, relajándome más de lo que ya estaba...

...

Abrí los ojos al sentir a alguien acariciando mi mejilla, la luz me impedía distinguir su rostro. Tenía el pelo largo, su mano era cálida y su voz...

—Ranmaru...

¿M-Mamá?

Me levanté sobresaltado parpadeando varias veces, mis ojos se acostumbraron a la luz y descubrieron la persona que estaba delante mía.

—¿Estás bien?

—Ah... Si...—era él...