19. "Tú dedices amor"

281 14 4
                                    

-19-

Marcela

Me retoco un poco el labial y me peino con la manos para salir del baño con el corazón palpitando al cien.

Supongo que se preguntan qué pasó dentro.

Pero realmente la pregunta es que no hicimos.

Déjenme contarles detalladamente que fue lo que sucedió.

Solo de verlo estaba más que caliente. No tuvo la necesidad de tocarme para hacer que me mojara. Era realmente grande, sin exagerar.

Me sorprendió cuando vi unos cuantos tatuajes en tu abdomen bajo y otro en el pectoral. Me gustan mucho los tatuajes en hombres, y desearía hacerme uno pero siento que nada vale la pena aún como para plasmarlo en mi cuerpo para el resto de mi vida.

Antes de meterlo a mi boca, jugué un poco con las manos. Su cara era angelical. ¿Cómo puede verse tan bien?

Luego de unos segundos, lo metí a mi boca y una vez más comprobé que debía usar las manos porque era muy grande.

Hacia un movimiento de adelante y atrás con la cabeza mientras tocaba mis bubbies.

Cada cierto tiempo lo veía a los ojos de una manera inocente pero al mismo tiempo salvaje. En ese momento sentí una conexión inexplicable. Como que nos conociéramos de muchos años atrás o que no era la primera vez que tenía un encuentro así.

Sintiendo que pronto se vendría, el empujaba más fuerte su pene para sertir más placer y ambos sonreímos por el momento y el lugar.

No soy una chica que le guste tragarse el semen pero ni el cuerpo ni la cara eran una opción, entonces dejé que se viniera en mi boca.

Mientras me lo tragaba y limpiaba mis labios dije con una voz pícara: -cuando estés follando con la chica de afuera, te acordarás de como te hice venir.

De un momento a otro estaba sobre el lavabo y el entre mis piernas.

Tenia muy seguro que yo también iba a pensar en el cuando estuviera con otro.

Comenzó dejando pequeños besos en mis muslos internos y lentamente llegó a mi vagina. Al principio fue lento pero de un momento a otro su vivaz lengua lamia de arriba para abajo rápidamente, encontrando mi clítoris.

Trabaja de gemir por lo bajo pero sentía el orgasmo muy cerca y lo único que podía hacer era hundir su cabeza más y más profundo.

Mientras seguía con su tarea con la lengua, metía uno y luego dos dedos, y con la otra estrujaba fuerte mis pezones.

Y antes de poder correrme, se levantó rápidamente y metió su miembro en mi caliente feminidad.

Fue un momento indescriptible.

Yo necesitaba venirme ya y sus gemidos en mi oreja fueron de mucha ayuda.

Podrán imaginarme como acabó.

Les juro que no podía estar de pie. Mis piernas temblaban y mi cabello estaba súper despeinado.

Al terminar, sellamos nuestro encuentro con un beso y me ayudó a ponerme el vestido y arreglarme el cabello.

Yo salí primero y dos ancianos estaban afuera esperando. Estaba tan contenta que ni tuve vergüenza de que pudieran pensar.

Llegué al bar en donde estaba Rafael y pasé mi brazo por su hombro.

-Por tu cara de satisfacción podría jurar que acabas de follar.- dice en broma y yo río picaramente. -¿acabas de follar?- grita más fuerte de lo normal y unas cuantas personas voltean a ver con curiosidad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 06, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nada de amor, solo sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora