4. "¿Tu novio?"

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Marcela

-¿Estas bien? Solo saca todo, estarás mejor después de esto
-Gra-cias
-Ven, te llevo a mi oficina para que tomes algo-me tomo en brazos de recién casados, saliendo por la puerta del baño

-¿Quiere que le prepare a la señorita algo Doctor?-preguntó una enfermera rubia
-No, la llevaré a mi oficina, yo salgo en un momento

Dicho eso comenzó a caminar conmigo en brazos, por un pasillo hacia donde supongo que era su oficina. Con una mano abrió la puerta dejando ver una oficina con vista a la ciudad, con estilo moderno, un escritorio grande en donde podría follar a la perfección, una estantería blanca a lo lateral, y un olor a café recién molido.

Me sentó en un sofá blanco y me entregó una cobija gris que se veía sumamente caliente.

-¿Quieres café o agua?
-No te molestes, solo fue un poco de vomito, estoy bien-al intentar levantarme tambalee un poco, lo cual casi me hace caer al suelo, pero ahí estaba Santiago para agarrarme y sentarme en el sofá blanco
-No creo que puedas caminar, entonces... ¿café?-asentí derrotada y el camino hacia una mesa para coger un café
-¿Y...como me encontraste en el baño?
-Pues, estaba con una enfermera justo afuera del baño y vi cuando corrías hacia el baño
-Gracias, en serio, te debo una
-No es nada
-Claro que lo es, me has salvado y a mi cabello también, si no fuera por ti, ahora estuviera todo mojado y sucio. Si necesitas algo solo dímelo.
-Claro, lo tendré en mente-dijo riendo

Comencé a beber mi café, Dios, estaba tomando un pedazo de cielo

-Está muy bueno, que digo bueno, ¡Es el cielo en café!
-¿Eso crees? Un día deberías ir al café que está a una cuadra de aquí, yo siempre voy, sirven los mejores cafés del mundo
-Cuando mis padres, digo, ellos se accidenten de nuevo, es lo primero que haré
-¿No te llevas bien con tus padres? Si no quieres hablar de eso, puedo...
-No, está bien, pues, no los veía desde hace más de un año y medio al igual que mi hermano mayor, nunca fuimos una familia, los negocios, los viajes, los problemas, no funcionaron para mí y pues después de varias discusiones decidí vivir sola, lejos de ellos, y esa es la historia de mi familia
-¿Por eso no querías quedarte con ellos?-asentí y segundos después reaccioné, ¿cómo sabía el que yo no quería quedarme? Solo estaba hablando con Rafael. ¡Joder! ¡Rafael!
-Ya me tengo que ir, gracias por el café pero me están esperando fuera.
-¿Tu novio?-preguntó con la cara seria, tomándome del brazo fuerte
-No, ¿Rafael? Es como mi...¿y a ti que te importa si fuera mi novio o no?-respondí sacándome de su agarre fuerte.
-Solo responde-repitió un poco más suave
-Rafael es co...
-¿Dr. Sett, puedo entrar?-preguntó una voz femenina
-Solo responde-dijo en voz baja

¿Que le podía decir? Es el tío con el que folle y fui casi su novia, y encima de todo es mi mejor amigo pero ahora quedamos solo somos amigos, aunque hoy íbamos a follar.

-Es mi mejor amigo-dije caminando hacia la puerta
-Pasa Marissa

Así que Marissa se llama la rubia, no me agrado esa tía, a leguas se ve que quiere tirar con este capullo

-Una joven está buscando a la chica, dice que es su novia
-¡¿Quien?!-preguntó Santiago
-Si me permiten, iré con mi novia-pase junto a la enfermera y salí por la puerta

Camila siempre haciendo de las suyas, siempre molesta con decir que somos novias, para ahuyentar chicos feos.

Caminé por el pasillo hacia la sala de espera, pensando en lo raro que había sido ese doctor. ¿Que demonios le importaba si Rafael era o no mi novio? ¿Por qué me llevo a su oficina? Es normal que alguien ebrio vomite, no es para tanto, espero que a las demás chicas no las lleve ahí.

Nada de amor, solo sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora