The game of the life || NarutoFem.

5.-Plan

—¿Qué?

—¡Me dieron otra oport-...!

—Escuché perfectamente, no hace falta que grites.—Suspiró estresado.

Aún le costaba entender por qué le dieron otra oportunidad, pero suponía que era decisión del Hokage.

Caminaban por los pasillos de la academia para poder salir, y mientras, Naruko le había estado contando con entusiasmo lo que había pasado. Él escuchaba atentamente con las manos en los bolsillos.

—...¿Entonces si?

—¿Perdón?

—¿Me ayudas a entrenar?

Se quedó en silencio, mirándola fijamente y pensando una respuesta.
Largó un suspiro.

—No tengo nada mejor que hacer.

La rubia sonrió ampliamente. Lo sujetó del brazo y literalmente, lo arrastró mientras corría hacia fuera de la academia.

—¡¿Qué-...A donde vamos?!—Preguntó intentando que redujera la velocidad, pues el pobre estaba a punto de caerse.

—¡A un campo de entrenamiento, por supuesto!—Contestó sin detenerse.

Poco después, ya estaban algo alejados de la academia, por lo que Sasuke ya estaba cansado.
Puso un pie delante del otro provocando que tropezara y cayera al suelo. Por consecuencia la rubia casi cae también, pero logró mantenerse de pie.

—Uh...¿Sasuke, estás bien?—Levantó una ceja mirándolo en el suelo, con la cara en éste.

—...Si.

—¿Por qué caíste?

—Vi una moneda, duh.—Bufó.

—Ah-...

—No fue por eso.

La rubia lo miró sin entender.

—¿Entonces-...

—¿Podemos seguir adelante?—La interrumpió, no planeaba decirle porque lo hizo. Se levantó del suelo y se sacudió la ropa.—Esta vez caminando, si es posible.

—Ah, si. Lo siento.—Sonrió disculpándose.

Siguieron su camino, esta vez, pacíficamente y en silencio.

Aquel silencio le resultaba bastante cómodo al azabache, se sentía tranquilo y relajado; en cambio, a Naruko no le gustaba para nada. Quería hablar, sentía la necesidad de hablar.
Pero sabiendo que el azabache no era de muchas palabras y probablemente le dijera que se callara, mejor no dijo nada.

Aún así...

—¿Que vamos a practicar primero? ¡¿Jutsu de transformación?!—Preguntó emocionada.

Si quería hablar, no se iba a quedar con las ganas.

—No. Jutsu de clonación, obviamente.—Enarcó una ceja.

—No...

—Si, y más te vale poner de tu parte o de lo contrario no servirá de nada.