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A la mañana siguiente Yoongi se había levantado con un gran dolor de cuerpo, salió de la cama evitando despertar al contrario y fue al baño observando en el espejo que las heridas de el accidente que tuvo estaban sangrando, hace una mueca pensando...

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A la mañana siguiente Yoongi se había levantado con un gran dolor de cuerpo, salió de la cama evitando despertar al contrario y fue al baño observando en el espejo que las heridas de el accidente que tuvo estaban sangrando, hace una mueca pensando en que hacer pues np quería que Taehyung lo viera y se preocupe.

Busca en el armario de el baño encontrando su botiquín, se sienta en el cerrado retrete y saca algunas cosas, se quita su camisa de pijama quitando la venda lentamente viendo la gran cicatriz de su cuerpo sangrando un poco y doliendo como el infierno.

–Me cago en todo que dolor, agh joder -Maldice él pálido sacando un algodón, ponerle agua oxigenada y comenzar a pasarlo por la herida, muerde con fuerza su labio inferior mientras maldecía.

Taehyung al no notar un cuerpo a su lado se despertó y se levantó rasgando sus ojos, su cabello estaba desordenado y sus ojos mostraban que estaba recién despierto, con la mirada busca a su mayor mientras recorre la casa, al ir al baño y verlo así se alarma y se acerca a él dándole un golpe en la nuca por no haberle avisado de su condición.

–Hyung malo, debiste avisarme, yo te curo para -Dice quitándole a este el algodón poniéndose de rodillas entre las piernas del mayor, se sonroja levemente al mal pensar la escena y comienza a pasar cuidadosamente el algodón por aquella horrorosa herida que a Taehyung no le gustaba ver sobre la piel pálida de su contrario.

Una vez termina de curar, ayuda a este a ponerse la camisa de pijama, guardan las cosas y se van ambos a la cocina tirando a la basura lo usado. Y Taehyung se propone a hacer el desayuno mientras Yoongi lo observa sentado, por órdenes de Taehyung ya que el menor no dejaba al pálido moverse.

Él de piel bronceada y él menor de ambos chicos busca las cosas, no era un gran cocinero pero algo haría. Decidió hacer unos gofres, saca las cosas comenzando a prepararlos, marchándose y haciendo un desastre cocinando por lo que Yoongi se estaba riendo bastante enternecido por la torpeza de su contrario.

Taehyung ríe contagiado por la risa del contrario y finalmente, entre un desastre, ya acaba los gofres los cuales le quedaron finos, aplastados y con mal color, hace una mueca y pone uno en su plato frente a él pálido y otro frente a si mismo, sentándose también mientras le hecha sirope y se lo pasa al mayor.

–Espero no envenenarme con esto -Bromea Yoongi haciendo a Taehyung quejarse pero después se pone a reír apenado por su desastre.

–Vamos a probarlos Hyung abuelo -Dice y come un trozo de el gofre tosiendo un poco, no estaba malo ni bueno, se podía comer que era lo importante.

–No te han quedado tan mal después de la que has liado -Dice y ambos comienzan a reír mientras comen de aquellos desastrosos gofres hechos por un menor que quería cuidar de su mayor en la estancia que iba a estar en la casa de este.

Limpian todo al acabar, él mayor va a el piano y Taehyung se sienta a su lado apoyando su cabeza en el hombro de su mayor escuchando la melodía y comenzando a cantar junto a esta haciendo que él pálido se deleite por la grave pero más que hermosa voz de su bebé. Ambos combinando melodías, Yoongi al piano y Taehyung tocando.

Parecía algo del destino pues pocas veces te enamorabas de alguien que conociste por error, porque eso fué, un mensaje por error a alguien que no era y al fin y al acabo todo fue como no esperaban, ambos se habían enamorado del chico tras esa pantalla aunque ninguno tenía todavía valor para confesar al otro, por miedo a rechazo, desprecio.

Estando juntos se sentían bien, Yoongi nunca se había sentido tan feliz que cuando hablaba con el menor, que cuando le veía o le besaba realmente Taehyung era una adicción para Yoongi.

Taehyung tampoco se esperaba encontrar a alguien que la cuide, lo acepte como es y que le haga reír, Taehyung había encontrado a su otra mitad pero no se veía preparado para confesarse, necesitaba su tiempo, necesitaba coger confianza en si mismo para ello.

La melodía paró, Taehyung se quedó confundido mirando a su mayor pero al sentir los finos labios de su Hyung sobre los suyos sonrió, rodeando el cuello del contrario con sus brazos mientras correspondía el beso que le otorgaba el contrario, el mayor tenía sus manos en la cintura contraria acariciando esta conforme el beso avanzaba. Se tuvieron que separar por falta de aire y Taehyung era un sin fin de emociones, sonrojado como un tomate y Yoongi enternecido revolviendo el cabello ajeno feliz por lo que acababa de pasar, con su corazón desenfrenado.

–No desordenes mi cabello -Dice Taehyung inflando sus mejillas y Yoongi para molestarle le revuelve más el cabello haciendo que Taehyung se queje cogiendo ambas manos del mayor y pararlo haciendo reír al pálido quien no dejaba de mirar a su bebé.

–Ah, pero es que me gusta molestarte y que te sonrojes por esa simple acción -Dice Yoongi guiñandole un ojo a el menor quien se sonroja y le saca la lengua a Yoongi en forma de burla y de queja levantándose, el pálido solo podía reír enternecido por las acciones del contrario.

Nunca había mostrado como era a nadie más que a su mejor amigo y ahora a Taehyung, necesitaba confiar mucho en una persona para ello y el de piel algo dorada lo consiguió; Taehyung se ganó el corazón del pálido y claramente el pálido el de Taehyung, eran polos muy opuestos pero que se atraían entre sí y que se necesitaban para sobrevivir más tiempo, que la sonrisa de ambos era la cura de los males de ambos chicos quienes se conocieron por un simple error.

Y que no se confiesan, sus miedos siguen evitando que la felicidad de ellos sea completa, siguen atrasados en poder estar felices del todo. Pero aún no se atreven.

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Por error «Yoontae» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora