B.

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Hoy voy a hablar de ti, aunque creí que nunca iba a hacerlo. Y tal vez te estarás preguntando ¿por qué vas a hablar de mi? Y yo te diré que no tengo respuesta para esa pregunta; solo me dieron ganas de hacerlo. Quizá será porque muchas veces marcas una diferencia en mi vida y ni siquiera me doy cuenta, o porque siempre me importaste y nunca quise aceptarlo; tal vez será porque fuiste el único que supo sonreirme en un día tan gris, quizá existan más variables que galaxias...
No es realmente lo que me importa en este momento.
Desde hace varios meses o hasta podría aventurarme a decir años que estas metido en mi mente, y no sales, es como si ya fueras parte de mi cabeza. Nunca me había dado cuenta hasta el día de hoy; a lo mejor esa sea otra razón por la cual te escriba. Simplemente quería agradecerte y felicitarte: gracias por hacer de mis días los mejores; felicidades por la hermosa sonrisa que tienes.

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