Prólogo

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Protegida

Salio del cuarto con un nudo en la garganta, bajo sus ojos y observo a la criatura en sus brazos totalmente ajena a lo que pasaba a su alrededor tan pura y delicada pensó. Narcisa se deslizo hacia el suelo apoyada de la puerta muy a pesar que en su estado no pudo mas que arrodillarse, con la espalda apoyada en esta, acto seguido largas y pesadas lagrimas resbalaron de sus ojos y corrieron por su rostro, su cuerpo tembló y beso la cabecita de la niña, lloro por la impotencia de no poder salvarla. Abrazo a la niña como si de su vientre hubiera salido a pesar que el echo no era haci y dejo salir lo que ya no podía retener.

Golpes secos de unos zapatos de vestir se escucharon en el pasillo al igual que un alma fria y con deseo de verla una vez mas, Narcisa se levanto rápidamente al ver al hombre frente a ella, su postura erguida, sus ojos negros y calculadores pero que a la vez guardaba miles de demonios y pensamientos ajenos a cualquiera. Estos bajaron a la criatura que sostenía contra su pecho, sus ojos se oscurecieron y una fría mueca se poso en su rostro al darse cuenta de lo sucedido.

-Murió Thomas, ella no lo soporto- Dijo eliminando cualquier sentimiento de sus cuerdas vocales -tengo reglas establecidas de llevar a la niña ante mi señor - continuo, ella pudo ver como los ojos oscuros de el se envolvían en una pena casi inmediata, una sonrisa un tanto rota al darse cuenta que sus peores miedos se hicieron realidad. -Que raro... prometió cuidarla...-dijo, Sus ojos se nublaron y dio media vuelta ondeando su capa haciendo oídos sordos a la suplica de la mujer tras el.

*

«¡Por Harry Potter... el niño que vivió!».

Se exclamo en todo el mundo mágico y mientras que un niño era venerado sin saberlo, en otra parte una niña era criada en el seno de una familia que no era suya y siendo nombrada la protegida de los Malfoy.




Kiara Y el Misterio de HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora